Brands Hatch (y II)

2 abril, 2012 Circuitos

Siempre que visito por primera vez un circuito, mi mayor obsesión es ver el máximo del mismo, recorrer todo lo que puedo de su perímetro y me gusta hacerlo además por el exterior, es decir desde el punto de vista del público.

Así que en cuanto llegué a Brands Hatch, enseguida inicié mi inspección, lo cual no fue muy difícil pero sí cansado, porque el parking está en lo alto de la colina, el paddock abajo y los boxes y sala de prensa a un lado, lo que significa un constante subir y bajar para hacer cualquier cosa.

Desde la calle exterior o trasera de los boxes (lo que sería el verdadero paddock) se ve perfectamente todo el circuito corto, así que crucé la Paddock Hill Bend por debajo para subir hacia Druids y recorrer dicha curva por el exterior. Una vez allí, bajé hacia Graham Hill pero a medio recorrido encontré un camino  que cruzaba el circuito largo por un paso adecuado y fue allí donde me encontré a un simpático matrimonio que me hizo la foto que encabeza mi blog.

La torre de control, los boxes y la parte posterior del circuito a lo lejos.

No entré en el circuito grande porque lógicamente estaba cerrado, así que completé la vuelta al corto haciendo McLaren, Clark y Brabham por el exterior, viendo las zonas dedicadas al público, las tribunas y las tiendas. Después por un paso inferior pude volver a la Sala de Prensa.

Me quedé con las ganas de entrar en el grande para hacer la recta de Pilgrim’s Drop hasta Hawthorn Hill, porque allí es donde tengo situado el accidente de Siffert y esa fue mi asignatura pendiente, que decidí aprobar un año después, cuando nuevamente volví a Brands.

Aprovechando que ya estaba en terreno conocido, me propuse intentarlo aunque la pista estuviera cerrada. Informé al Jefe de Prensa de lo que iba a hacer, para estar un poco cubierto “jurídicamente” por si tenía algún conflicto con algún vigilante y dejé la Sala de Prensa con la intención de no volver hasta visitar esa zona.

El sitio por el que entré, un camino de tierra que venía desde el bosque de los druidas.

Para ello volví a ir hasta Druids y desde allí me adentré por el bosque (por el bosque de los druidas, la cosa tenía su emoción) hasta encontrar un lugar solitario por donde saltar la valla sin que me viera nadie. Una entrada de servicio me facilitó las cosas y como el circuito no tiene ni vía paralela ni tribunas, fui pisando asfalto un tanto sorprendido por lo que veía, porque todo el circuito era un inmenso parking de camiones que le quitaban todo el encanto a la belleza del paisaje y de la propia pista.

Tras culminar la subida y llegar a Hawthorn Bend, pude constatar que no había nada que recordara el circuito antiguo ni a Siffert (ya me lo había dicho el jefe de prensa) pero igualmente opté por culminar la ascensión hasta la Derek Minter Straight y así completar lo más difícil, la subida.

En aquella zona el trazado es más plano, por lo que seguí caminando hasta llegar a Dingle Bell, otro de los nombres históricos. En aquel punto me paré a descansar un poco y a contemplar la belleza del lugar (ya casi libre de camiones) y entonces recordé lo que me había dicho James Thompson, porque verdaderamente la sensación de soledad era inmensa, pero también preciosa. Ciertamente el circuito parece una carretera de montaña.

Ya que había llegado hasta allí era evidente que el camino de regreso era más o menos igual de largo por los dos lados, así que lo más lógico era completar la vuelta bajando por la curva dedicada a Barry Sheene y por la bajada de Clearways hasta empalmar con el trazado Indy. Antes de llegar a la curva McLaren que es donde está la conexión de los dos circuitos, vi comisarios a lo lejos, así que para evitar complicaciones salté otra vez la valla sin que me vieran y por el bosque regresé a la zona peatonal y así continué la vuelta por el exterior hasta completarla. Después el túnel que cruza la pista a la altura de la línea de meta me dejó en los boxes.

Desde Hawthorn Bend se ve el rasante, la bajada de Pilgrim, donde Herbert tuvo su accidente, al fondo a la derecha el camino por el que entré y según mis cálculos, justo en este punto tuvo lugar el accidente de Siffert.

Llegué a la Sala de Prensa notablemente fatigado pero satisfecho por la excursión, aunque me llevé una desagradable sorpresa: ¡había perdido las gafas graduadas, imprescindibles para trabajar! Tras unos momentos de desconcierto y otros de reflexión llegué a la conclusión de que tenía que haberlas perdido al saltar la valla, porque dentro del circuito había hecho fotos con ellas. Así que me tocó deshacer lo andado y además al paso ligero, porque ya empezaba a apremiar el tiempo ¡otra vez tuve que recorrer toda la recta Brabham, la curva Clark, cruzar Clearways, trotar por el bosque, buscar el lugar donde había saltado, encontrar afortunadamente las gafas y volver a recorrer por tercera vez en una mañana todo ese camino! Llegué, esta vez sí, extenuado a mi sitio.

La Paddock Hill desde mi cabina de retransmisión. Al fondo, a lo lejos, el paddock.

Al día siguiente al bajar desde el parking vi con sorpresa que la puerta del circuito todavía estaba abierta en Paddock Hill, así que sin pensármelo dos veces entré por allí e hice algunas fotos en la curva más famosa del circuito y una de las más difíciles del mundo. El tipo de curva que nunca diseñará Hermann Tilke, pero también la curva que puso fin a Brands Hatch como circuito de Fórmula 1.

Al igual que con el lugar del accidente de Siffert, nada de lo que hay allí es igual que entonces, pero viendo y pisando aquel trozo de asfalto no pude por menos que recordar a Jacques Laffitte, el piloto francés de Ligier que se estrelló allí en la salida del Gran Premio de 1986 fracturándose las dos piernas, lo que supuso el fin relativo a su carrera en Fórmula 1. Y pongo relativo porque se recuperó perfectamente y hubiera podido volver, pero la póliza de su seguro contemplaba una indemnización considerable si tenía que dejar de correr por un accidente y Jacques ya la había cobrado, así que ante la disyuntiva de correr y devolver el dinero o dejar de competir, optó por lo segundo.

Después de entretenerme un poco en la curva (incluso me senté en el suelo para hacerme una idea de lo que deben ver los pilotos) me di por satisfecho y llegué a la conclusión de que Brands Hatch es un circuito imponente, de esos que ya no se hacen ni se volverán a hacer jamás.

La crónica que escribí sobe la Paddock Hill Bend, a finales del año 2010, aquí

26 Comentarios

  • Machaquito dice:

    No sabia que Jaques renuncio a volver por dinero!!
    De verdad que ha cambiado todo en la.F1

    • No creo que tenga mucho que ver, fue una simple cuestión práctica. Jacques fue consciente de que su tiempo ya había pasado y no valía la pena forzar más allá de lo razonable.

      • Valentí Fradera dice:

        El accidente de Brands puso fin a la carrera de Laffite como piloto de monoplazas, pero ya en 1987 volvió como piloto de turismos (y también hizo GT, Le Mans, DTM…). En 1993 y 94, ya con 50 años a cuestas, aún era piloto oficial Opel en el Superturismo francés. En 1995 volvió a la F1 como RR PP de Ligier y en 1997 sustituyó a Prost como comentarista de F1 para la TV francesa. De uno cuya biografía se titula ‘Correr por placer’ no se puede decir que renunció a correr por dinero…

  • Jaime dice:

    Por si la zona del circuito largo no fuese suficiente, tiene que ser interesante pasear por un solitario «Bosque de los Druidas» en Inglaterra, te trasladará a otro tiempo, sólo falta Stonehenge y sobran los camiones, jeje.

    Por cierto, la primera curva tiene su cosa, pero algunos la tienen dominada…

  • rommario dice:

    Excelente Articulo, ya esperaba la segunda parte.

    Yo solo lo recuerdo un poco de la vez que CART corrió allí (2003)

    Y bueno pudiste constatar la soledad de la que platicaba James Thompson.

    Ojala nunca lo tilkenisen! (vaya verbo jejejej)

    • ¡ja, ja! difícil el verbo, pero se entiende perfectamente la intención. Dicho de otra manera, que no lo estropeen.

    • cies dice:

      Me apunto lo del verbo Tilkenizar para expresar «el acto de estropear un circuito».

      Precioso el circuito antiguo y lo de dejar de usarlo por un accidente en el que alguien se partió las piernas en fin, yo es que no veo mas peligrosa la paddock hill bend que eau rouge donde incluso se ha matado gente (Belloff, De Angelis) ni mas peligrosa que cualquier otra curva rapida.

      • Más que Paddock Hill, todo el circuito se había quedado anticuado, y aquel accidente fue la puntilla. Si buscas fotos de la época entenderás porqué.

        Y también por eso Eau Rouge y el Radillon las fueron «dulcificando»· hasta dejarlas en curvitas que cualquiera las puede pasar sin necesidad de atarse los machos.

        Y por último, De Angelis se mató en las eses de «La Verriere» en el circuito francés de Paul Ricard.

      • cies dice:

        Bufff metida de pata
        ¿no tuvo Elio un accidente gravisimo en Eau Rouge?

  • Es un circuito entrañable, no es un circuito artificial, el trazado se integra perfectamente con el terreno y está rodeado de césped y árboles. Como tu dices, tiene trozos que te transportan a una carretera de montaña. Cuando he ido allí siempre me he sentido bien.

    Yo también intenté dar una vuelta al trazado largo, pero llegué hasta Hawthorn porque en un rato comenzaban carreras en el corto y no me daba tiempo.

    Paddock Hill es una de esas curvas que cada piloto la hace una forma distinta, muchos pilotos cierran a la salida para cubrir el interior en Druids y otros salen abiertos para aprovechar al máximo. Uno de los pocos sitios donde todavía se ven saltar chispas de los bajos de los coches.

    Lo que me gustaría saber es como sacan los coches del aparcamiento de Southbank (el que está enfrente del Paddock) un día de lluvia, es de hierba y tiene bastante pendiente.

  • Alexio2008 dice:

    Qué tema el de los «viejos» circuitos. La verdad que solo entre Inglaterra, Francia, Bélgica e Italia, hay circuitos para armar un campeonato completo, sin necesidad de ir a India, China y demás países donde la fórmula 1 no le interesa a nadie (van porque es una rareza, o porque queda bien ir, pero de pasión NADA).

    Sumado a eso, los circuitos son una porquería. Se han preocupado más por la hotelería que por el trazado. Decí que soy un adicto (enfermo que no puede dejar su vicio), porque si no…

    Y otra cosa, los pilotos son (como decimos en Argentina) unos maricones, y ya no quieren asumir ningún riesgo «innecesario» (término ridículo, ya que ningún riesgo es «necesario»). Entonces chau curvas peligrosas, chau rectas peligrosas, chau «viejos» circuitos peligrosos. Estos muchachos no entienden que los riesgos son la esencia de un deporte de riesgo.

    • Alexio, debatimos muy a menudo la incongruencia de ir a esos países. Sólo lo hacen por dinero, y es muy bueno eso de que se preocupan más de los hoteles que del trazado. Aquí, de forma mayoritaria, estamos en contra de los «tilkodromos», porque efectivamente, no suponen ningún desafío para los pilotos.

      En cuanto a ellos, aunque entiendo el sentido de tu frase, te ruego te ahorres los insultos, ellos hacen su trabajo con el mayor empeño posible y merecen todo nuestro respeto. Y el accidente de Dan Wheldon demostró que a pesar de todo, el peligro siempre existe.

      • Alexio2008 dice:

        Te pido disculpas si sonó a insulto. Acá se usa mucho como «miedoso» (aunque por supuesto en forma descalificadora).

        Y sí Carlos, justamente, lo de Wheldon. En Estados Unidos tienen todas las medidas de seguridad, pero corren en óvalos, donde por más seguridad que se ponga, cuando tenés 30 autos de fórmula girando a 400 kmh, la probabilidad de accidente está siempre y es muy alta.

        Yo no quiero que se mate nadie, pero el riesgo forma parte de la esencia de las carreras. Si los pilotos profesionales no se arriesgan a nada por varios millones de dólares, qué queda entonces para un limpiaventanas que lo hace por unos cientos. Que corran con lluvia, que lo hagan en circuitos exigentes, y que no salga el safety car por cualquier pavada.

        Podrán merecer nuestro respeto, pero cada vez menos nuestra admiración.

  • rommario dice:

    Una pequeña encuesta:

    ¿Que fechas del calendario actual quitarias y cuales serian las sustitutas?

    Por acá en tierras aztecas obviamente se extraña el GP de México y el de Argentina
    GP de San Marino
    GP de Francia (Magny Cours)
    Solo por poner algunos

    Saludos

    • Quitaría todos los «exóticos» (India, Malasia, Korea, Singapur, Abu Dhabi, China, Barhein) y los sustituiría por los clásicos: Hermanos Rodríguez, Zandvoort, Estoril o Portimao, Watkins Glen y uno en Francia, aunque Magny Cours no me gusta, como no me gusta Imola. Magny por pequeño e Imola por todo lo contrario, porque es un circuito muy disperso y «matado» a base de chicanes. El Hermanos Gálvez argentino también podría entrar e incluso Long Beach.
      Pero también reconozco que eso sería volver al pasado y eso no puede ser. Los tiempos cambian nos guste o no y al principio a nadie le gustaba Hungría y ahora es ya un clásico.
      Se me olvidaba: sin ser exótico, quitaría también Valencia, es una carrera que nació sólo con fines de propaganda política y no arraiga. Valencia es zona de motos, no de coches.

    • cies dice:

      No me gustan las obras de Tilke pero aun así ¿quitaríamos el Hockenheimring?
      Dejaría Sepang e Istambul Park, no sé si Shangai (con muchas dudas) y me cargaría el resto de Tilkódromos, Valencia ni siquiera es un circuito.
      Introduciría el Österreichring, Donington Park y el Hermanos Rodríguez despues de 20 años no he dejado de jugar en ellos con el simulador me encantan, y siendo atrevido metería el trazado largo de Le Mans y un ovalo, ¡¡serían la bomba!!.

  • Le_Volant dice:

    Gracias Carlos por recordar bellos momentos de cuando estuve ahí.

    Este Octubre pasado fuimos a ver la penúltima cita del BTCC en la versión GP del circuito, el largo. Naturalmente, hicimos la vuelta andando, sólo que en la parte larga la hicimos por el interior, en búsqueda de buena luz para hacer fotos a los participantes.

    Empezando por Paddock Hill, se puede ver en TV, en fotos, te lo pueden contar… pero hay que verla en directo desde lo alto y lo más bajo de la colina. Casi llega a acojonar. Luego la subida a Druids, que por TV no me parecía tan empinad. La frenada de Druids se hace en pleno cambio de rasante, entonces entendí el porqué de la dificultad de esta curva, llegan en extensión de suspensión y lógicamente frenar se convierte en un lío. Graham Hill Bend pues mas o menos es lo que se ve en imágenes.

    Subiendo por Pilgrim’s, cruzamos al interior y ¡sorpresa! en un momento de necesidad corporal de evacuar fluidos de casualidad encontré el circuito de Rallyecross, con sus curvas, chicanes, rasantes… no nos animamos a recorrerlo por falta de tiempo, pero ahí está. La recta también tiene su guasa, con una destacable subida hasta cruzar el puente seguida de una bajada importante, compresión, subida y descompresión a derechas en Hawthorns, y vuelta a empezar hasta llegar a Stirlings y Clearways, donde llanea un poco. El trazado es impresionante, la antítesis de Tilke.

    Y los bosques del interior…. tela, cualquiera se mete ahi de noche xD Espesos, costó lo suyo aventurarse un poco hacia adentro para regar la naturaleza…

    Gracias de nuevo Carlos por estas entradas de cultura automovilística, realmente son enriquecedoras, y si se tiene la oportunidad de visitar estos lugares, hay que hacerlo.

    Perdón por el tocho 😉

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