02 – El viejo Spa Francorchamps
Siempre me ha gustado la historia, y especialmente la automovilística. Por eso una de las cosas que acostumbro a hacer es la de visitar lugares históricos del automovilismo, especialmente cuando estoy por ahí de carreras. El monolito de Bernd Rosemeyer en Alemania es casi visita obligada al ir a Hockenheim, o la cruz dedicada a Jim Clark, aunque últimamente ha cambiado varias veces de sitio. Cuando estuve en Bélgica con las World Series, obviamente no dejé escapar la ocasión de recorrer lo que era el auténtico Spa-Francorchamps, uno de aquellas circuitos hechos a base de enlazar carreteras, y que estuvo activo hasta 1971. Después, ante la locura de un trazado como aquel, se construyó el nuevo Spa, que acabó siendo un circuito permanente. Y francamente, recorrer aquellas carreteras y leer aquellos carteles tan clásicos, casi mitológicos, fue una gozada. Bajar por Les Combes hasta Burnenville, seguir hacia Malmedy y la interminable recta de Masta para llegar a la curva de Stavelot, no si antes parar en la chicane, o lo que queda de ella, fue un viaje en el tiempo. La curva de Stavelot Después, subí por La Carriére hasta llegar a Blanchimont y empalmar con el circuito permanente, que ya no…
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