Kevin Harvick ganador de la nueva Chase
Si algo caracteriza a la NASCAR, el campeonato americano de turismos, es su capacidad para innovar y sobre todo para ir por libre. Al ser un campeonato cerrado, con unos dueños o propietarios absolutos, hacen y deshacen según su criterio. Y su última novedad reglamentaria ha sido cuanto menos sorprendente, tanto en su planteamiento como en su ejecución y resolución.