Para todos los que seguís mis aventuras y reflexiones personales en esta página, no es ninguna sorpresa que hubo cuatro pilotos cuyos accidentes mortales me marcaron de forma especial cuando yo era joven: Bruce McLaren y Jochen Rindt en 1970 y Pedro Rodríguez y Jo Siffert en 1971.
Cuando en 2011 visité el circuito de Goodwood, en el Sur de Inglaterra, fui con la intención de encontrar un pequeño monolito dedicado a Bruce McLaren, aunque resultó que no era el único que había. E incluso había un par de estatuas, una dedicada a un aviador y la otra a dos personajes británicos del automovilismo: John Michael Hawthorn y Frank Raymond Wilton «Lofty» England, este último estrechamente ligado a la marca Jaguar.
Mi gran amigo Carlos Barazal ha escrito en su blog una durísima entrada llamada “Uníos” en la que critica a los creadores y propagadores de rumores falsos o intencionados acerca de la situación de Michael Schumacher. Estoy de acuerdo en lo que dice, sobre todo en el fondo, ya que es deleznable que se creen estas situaciones, como aquel descerebrado que creó una cuenta en twitter llamada algo así como “Jules RIP” dándole por muerto anticipadamente.
Rudolf Caracciola siempre fue uno de mis grandes mitos automovilísticos, como lo fue también su gran rival, Bernd Rosemeyer. Sus luchas a los mandos de sendos Mercedes y Auto Unión durante el periodo de entreguerras fue llamada la edad de oro del automovilismo. No estoy muy de acuerdo con ello, aunque sí es cierto que el apoyo del régimen alemán a las dos marcas provocó un gran paso adelante en el automovilismo deportivo que dejó obsoletas a la industria italiana y francesa en la materia.
Cuando fui al Hungaroring para el DTM, tenía la intención de fotografiar la pequeña estatua dedicada a Ferenc Sziz, el húngaro ganador del primer Gran Premio de la Historia. Sin embargo al entrar en el recinto hubo algo que me llamó la atención y era un monoplaza hecho con planchas de aluminio, tan poco interesante como la estatua de Sziz.
Quería escribir algo sobre María de Villota, algún texto de recuerdo o de homenaje, pero cuando me puse a ello acabé escribiendo este relato que es largo y espero que entretenido. Muy al estilo de los que publico en “Historis”, así que lo he colgado allí. Si os interesa leerlo aquí os dejo el enlace y si queréis hacer algún comentario podéis hacerlo aquí en el blog o allí, estaré igualmente atento y agradecido a vuestras opiniones.
