Haas instaura “la tercera vía”

10 abril, 2016 Fórmula 1 2016

Los dos resultados en los puntos del equipo Haas me han sorprendido como a tantos, que no esperábamos un comienzo así. Pero estos éxitos pueden ir mas allá de ser hechos puntuales, pueden haber abierto una nueva vía de participación.

Desde hace años la Fórmula 1 se debate ante la manera de asegurar una cantidad de participantes digna y tras el fracaso de los equipos “low cost” de Max Mosley, las opciones siempre habían sido dos: que los equipos compitieran con un tercer coche directamente o que este tercer coche estuviera en manos privadas o en equipos satélites en determinadas condiciones que nunca se terminaron de concretar.

Sin embargo la llegada de Haas ha demostrado que hay un tercer camino, una opción válida para llegar a la Fórmula 1 sin necesidad de ser un Constructor de verdad (me refiero a generalista) sino siendo simplemente un equipo. El sistema, como hemos podido ver, no era tan difícil y en el fondo no es sino el mismo que se utiliza en la NASCAR.

En el campeonato americano cualquier equipo y la gran mayoría de ellos lo hacen, compran los chasis a los fabricantes especializados (Hutcherson Pagan, Laughlin Racing Products, Ronny Hopkins Race, etc.) o a equipos que participan y además comercializan coches, como Hendrick Motorsport. Stewart-Haas, el equipo NASCAR de Gene Haas y Tony Stewart, adquiere todo su material a este último y después es su gestión y su acuerdo con los proveedores (especialmente Chevrolet para la motorización que también corre a cargo de Hendrick) la que hace el resto.

Y el planteamiento que hicieron para llegar a la Fórmula 1 no fue más que eso mismo, si bien con matices. Cierto que su parte trasera es la de un Ferrari, pero no estoy de acuerdo en lo de que sea un “Ferrari B” por cuanto Dallara ha construido gran parte del monoplaza: chasis, carrocería, suspensiones, modelos a escala para el túnel de viento, todo el material auxiliar a nivel de conductos y cableado, medidas de seguridad y todo el complejo sistema informático, tanto propio como el obligatorio, además de asegurar el correcto ensamblaje de todas las partes. El primer modelo se construyó y se puso en marcha en Italia, aunque no se movió ni un metro. Pero salió de allí en perfecto estado de revista.

¿Y como han hecho esto? Ahí está la clave del éxito del proyecto. Durante un año un total de 120 técnicos han estado trabajando en Dallara, siempre bajo las estrictas instrucciones de Rob Taylor, director técnico y de Ben Agathangelou, responsable de la aerodinámica. Dallara no ha hecho ninguna contribución propia, simplemente a puesto a disposición de su cliente su capacidad de diseño, su infraestructura y sus medios de fabricación para hacer lo que le han encomendado y luego ya es mérito o demérito de dicho cliente el resultado final.

En el fondo el éxito de este modelo distinto de llegar a la Fórmula 1 ahora parece lógico, Haas no ha hecho más que lo que lleva haciendo desde hace muchos años, pero extrapolándolo a la Fórmula 1. Por eso, porque son gente que llevan muchos años en las carreras, han sabido gestionar correctamente este modelo y trasplantarlo a otra categoría. ¿Tendrá éxito el proyecto? ¿alguien mas se atreverá a hacer lo mismo? Si tiene éxito y Haas sigue por ese camino, sin duda las discusiones dentro de la Fórmula 1 llegarán pronto, por cuanto no tiene sentido que si Haas hace esto, otros equipos no puedan hacer cosas similares: Toro Rosso aprovechar sus sinergias con Red Bull o Force India o Manor con Mercedes. Esto permitiría a estos equipos ahorrar mucho dinero y quizás salvarse de la bancarrota y por tanto consolidarse. Y si hay equipos pequeños, mejor para los grandes y para la categoría en general.

Y hay incluso equipos como Sauber o Williams que podrían fabricar coches para terceros. No los suyos, sino por encargo, como ha hecho Dallara. Y esa sería una manera de garantizar la supervivencia de estas dos marcas y garantizar también la futura participación de otros equipos o marcas, de asegurar la renovación constante y de darle salud a un tema capital, como es el de tener parrillas completas y con equipos capaces de garantizar espectáculo.

Otro punto importante en este planteamiento: Gene Haas ha dotado a su proyecto de un presupuesto determinado (se habla de 100 millones de dólares anuales) y otra de las claves de su posible éxito o fracaso será la manera en que este dinero está puesto a disposición del equipo. Si es en modo de patrocinio, es decir a fondo perdido absorbido por los departamentos de publicidad y marketing, será un éxito.

Ahora bien, si es un dinero cautivo, como inversión a devolver, entonces fracasará, porque difícilmente la Fórmula 1 actual puede generar cifras similares a nivel de ganancia. Este manera de llegar a la Fórmula 1, invirtiendo con la idea de ganar dinero, es la que ha acabado con los equipos de los diversos Fernandes, López, Carabantes y demás advenedizos que hemos visto estos últimos años. Gene Haas no parece de estos. Esperemos que sea así y pueda consolidar esta tercera vía para quedarse en la Fórmula 1.

53 Comentarios

Publicar un comentario