Ni el Safety puede con ellos
Otra victoria para Mercedes, otra para Hamilton. Hasta aquí nada anormal, pero después de ver el Gran Premio de Singapur está claro que es muy difícil que alguien impida una victoria de Mercedes. Solo ellos mismos son capaces de hacerlo. Las averías, intrínsecas a la propia competición y alguna que otra pirula entre los propios pilotos permite a otros (bueno, a uno) ganar carreras, pero a ellos, ni el Safety Car puede pararlos.