DTM 2015, 4ª cita, Zandvoort

Cuarta cita DTM de la temporada y al igual que la anterior, limitada a sábado y domingo. Con el actual formato, no vale la pena ir el viernes salvo que sea obligatorio por cuestión de vuelos.

Además este es el cuarto fin de semana consecutivo yendo de aquí para allá, así que un día más en casa también se agradece. Como siempre, voy con Toni Cadenas.

Sábado 11 de Julio

Quedamos a las 4,30h de la mañana para no sufrir agobios en el aeropuerto. Estamos en verano, hay mucha gente de vacaciones y por tanto poco habituada a la “liturgia” actual de controles y además una amenaza de huelga de los controladores, con quienes ya tuve un intercambio de golpes vía twitter la semana pasada. Ellos mismos me mandaron un mensaje con el calendario y las horas de huelga. Hoy empiezan a las diez.

Y parece que es verdad, porque salimos puntuales y llegamos puntuales a pesar de que volamos en un avión inmaculado, todo pintado de blanco, sin ninguna divisa y con el “comandante Dimitrov” al mando. Teniendo en cuenta que el billete es de Vueling, filial de Iberia, todo parece un poco extraño. En el aeropuerto de Amsterdam nos encontramos con Jordi Villaescusa, que como cada año es de la partida aquí en Holanda.

Llegamos al circuito a tiempo para ver los segundos libres y constatar que después de dos carreras de dominio Audi y una de Mercedes, la de Zandvoort va a ser de BMW. Probablemente los pesos influyen demasiado y eso quedará confirmado en la clasificación. Antes disfruto con la Porsche, cuya pre parrilla está al lado de los hospitality y me permite hablar con los conocidos de la Supercup. Con Alex Riberas es también la cuarta semana consecutiva que coincidimos.

Alex termina tercero y ya en el DTM, Miguel se clasifica noveno, con Dani en el fondo de la parrilla. Antes de la carrera tengo un encuentro en ITR para hablar de temas de futuro y después la remato con un coloquio mano a mano con el mismísimo Hans Werner Aufrecht.

Me voy a ver la carrera a lo alto de la terraza, a la zona BMW, me apetece verla “a ojo” como en los buenos tiempos, porque es como mejor se disfruta el automovilismo. Esos segundos de emoción hasta que por fin pasa el pelotón, ese estruendo de 24 coches llegando casi al unísono y ese minuto largo en que el corazón se acelera a la espera de que vuelva el pelotón, sin saber lo que está pasando en el resto del circuito, son maravillosos. Al final mala carrera para los nuestros y dominio insultante de BMW, con siete coches delante. Y menos mal que Tomczyk hace de las suyas, sino habrían hecho pleno, ocho de ocho.

Al abandonar la sala de prensa encuentro a Xavi Serra y a Arnau Niubó entre los camiones de Audi. Me cuentan que las simulaciones daban seis décimas de ventaja a los BMW que se han confirmado, que este fin de semana no hay nada que hacer. Les felicito por el éxito del VW Golf TCR porque todo el mundo sabe que lo han hecho en SEAT aunque ellos pretenden disimular.

Cenamos en Audi con toda la peña femenina de Miguel, que ha venido a esta carrera: Mireia, Meni y Andrea. No estamos muy contentos, pero como hacía tiempo que no nos veíamos pasamos un buen rato. Después vamos al hotel. Como siempre por esta zona, un recorrido corto (20 km) se hace interminable por las zonas 30, el peligro de radares y los constantes cruces, cambios de camino e incluso un puente levadizo y un paso a nivel. Pero finalmente llegamos al hotel, un poco cutre pero para una noche es soportable.

Domingo 12 de Julio

Tras una mala noche iniciamos el ritual de los domingos. Salir pronto para desayunar en Audi. Hace fresco y a juzgar por las nubes la amenaza de lluvia parece que se va a concretar aunque luego no será así.

Los Porsche son los primeros, así que repito el ritual de ayer y hablo con Alex y con Toril antes de la salida. Pepe Massot no ha podido correr, tiene un pinzamiento en la espalda, ayer casi no podía salir del coche y los médicos de Porsche le impidieron seguir.

Me voy al hospitality de Porsche a ver la carrera, que es declarada Wet race porque ya llovizna, pero no termina de cuajar y todo el mundo sale con slicks. Alex hace segundo, no hay nada que hacer contra Philipp Eng, ni aquí ni en la Supercup. Habrá que pensar en hacerle vudú o algo similar, Alex tiene la victoria a tiro pero no acaba de llegar.

La clasificación del DTM es estresante y emocionante, Miguel hace una vuelta magistral, que le coloca primero… hasta que en pocos segundos los BMW culminan sus vueltas y le dejan en quinto lugar. De todas formas sigue siendo un trabajo excelente, primer no BMW, primer Audi y el segundo, Mortara, cinco puestos más atrás.

Tras la clasificación me quedo en el hospitality hasta la hora de ir a la parrilla, este año no tengo TV y eso me permite recuperar una de las mejores cosas del DTM. Tras saludar a todo el mundo me voy a la Sala de prensa a ver la carrera, sus ventanas permiten ver el final de recta y la famosa curva de Tarzán, pero no es lo mismo que ayer.

La carrera es interesante en su primera parte, espectacular en su segunda y aburrida en su tercera. Miguel y Dani ruedan juntos como primeros no BMW, pero nuestro gozo dura hasta la parada en boxes. A la salida Miguel es tocado primero por Wittmann y después por Tomczyk, su coche queda dañado y acaba fuera de los puntos. Y peor le va a Dani, su equipo falla el pit stop, pierde muchas posiciones y después Mortara le pega un viaje que lo manda fuera de la pista y le fuerza al abandono. Y pensar que hasta las paradas iban quinto y sexto… ¡es la ley del DTM!

BMW domina de forma aplastante, había poco que hacer para los demás. Voy al box de Miguel para hablar con él y con Markus, hago alguna llamada y subo a la sala a trabajar en otras cosas, porque de este fin de semana tengo poco que hacer a nivel DTM. A mi lado Toni le da a las teclas mientras Abel Ayuso también está aquí pendiente de varias cosas a la vez.

Sobre las seis de la tarde vamos hacia los hospitality, primero a ver a Dani que ha pasado por la clínica del circuito. En el momento del accidente la desaceleración ha sido tan brusca que se le ha cortado la respiración, por eso ha tenido que parar el coche antes de continuar. Sin embargo es en la espalda donde tiene mas daño, aunque afortunadamente puede volver a casa en el mismo vuelo que tenía previsto.

Nosotros pasamos por Audi y decidimos no entretenernos e irnos al aeropuerto. Tenemos tiempo de sobra pero siempre es mejor esperar allí con todo listo que apurar e ir después resoplando. En el aeropuerto estamos casi todo el DTM. Además de todos los hispanos, veo a Da Costa (a quien felicito por su primer triunfo), a Di Resta, a Mortara, a los de Mercedes casi en pleno y por supuesto nosotros, que llenamos el avión con destino a Barcelona.

Vuelo sin mayores novedades y regreso el mismo domingo. Muy ajetreado todo, ¡pero como en casa no se duerme en ningún sitio!