El Porsche Martini 935/78 “Moby Dick”

Tras el triunfo de 1977 en Le Mans, Porsche planteó la defensa de la victoria para 1978, pero corriendo solo en Le Mans con sus 936 mas o menos evolucionados, si bien siguió trabajando en el 935, coche con el que podía competir en el Mundial de Marcas.

Para ello crearon el espectacular 935/78, una evolución exasperada del 935 cuyo objetivo era conseguir con un grupo 5 las mismas prestaciones que con un grupo 6.

Para conseguirlo se instaló en el chasis tubular un motor de cuatro válvulas por cilindro de 3,3 litros de cilindrada capaz de generar casi 900 CV de potencia. Pero lo que le hacía distinguirse de manera especial fue su “cola larga” al estilo del Porsche 917 y que fue lo que generó el sobrenombre de “moby dick”, la famosa ballena blanca.

Sin embargo el “monstruo” generó muchas controversias. Primero, porque cada vez estaba mas alejado del modelo original, el 911 y segundo porque los propios clientes de Porsche, especialmente Kremer y Loos, no entendían como la marca creaba coches para batirles a ellos, porque no había ninguna otra marca que participara oficialmente en el campeonato.

El Martini Racing decidió inscribir el coche en las 6 Horas de Silverstone antes de ir a Le Mans, que era el circuito para el que había sido creado el 935/78. En Gran Bretaña Ickx y Mass no tuvieron problemas en batir a la concurrencia, pero en Le Mans las cosas fueron distintas. El coche era mas rápido que los Grupo 6 en la recta, batiendo incluso a los Renault y a los Porsche en velocidad punta ya que llegaba a alcanzar los 380 km/h, pero su depósito era demasiado pequeño y consumía mucho, con lo cual perdían demasiado tiempo en boxes.

Además tuvieron toda clase de problemas mecánicos, con el acelerador, el radiador, un toque, la inyección… e incluso con el parabrisas y las puertas. Total, perdieron 2 horas y 46 minutos en los boxes, lo que limitó cualquier opción de ganar la carrera. En vista de ello Porsche optó por retirar el modelo y no seguir trabajando en él, en parte por su complejidad y en parte por respetar a sus clientes, que no solo ganaron el Mundial de Marcas de aquel año, sino que incluso el año siguiente ganaron en Le Mans, en la famosa victoria del equipo Kremer contra el de Dick Barbour, Paul Newman y Rolf Stomelen que quedaron en segunda posición, carrera cuyo relato y circunstancias ya han aparecido por aquí.

El equipo Martini solo participó en estas dos carreras, Silverstone y Le Mans y en dos mas, en Norisring y Valellunga, dos citas que significaron las dos últimas de la asociación Martini – Porsche. Un año después, en 1980, tuvo lugar la última aparición de un Porsche Martini en Le Mans (foto superior), cuando Reinold Joest y Jacky Ickx pidieron ayuda a la marca de bebidas para participar con un 908/80 privado, un chasis al que se le había adoptado el motor y la carrocería de un 936. Ni Porsche ni Martini se pudieron negar a ayudar a su dos viejos colegas… y que a punto estuvo de salirles bien, ya que llegaron a encabezar la prueba hasta que la rotura de un engranaje de la quinta velocidad les hizo perder media hora en el box y dejar la victoria en manos del Rondeau.

Y como hasta aquí llega la historia conjunta de Porsche y Martini, me vais a permitir que yo concluya también aquí esta serie de artículos sobre los inicios del Martini Racing. Cierto que luego los colores de la marca de bebidas siguieron viéndose en multitud de certámenes del motor, desde los Rallyes (con Porsche) otra vez la Resistencia (con Lancia) e incluso el DTM (con Alfa Romeo), pero tampoco quiero convertir esto en un relato interminable. Al fin y al cabo, la historia se inició con Porsche y fueron ellos y Brabham los que le dieron la dimensión que siempre han tenido y tendrán en el recuerdo los colores del Martini Racing Team.