Ferrari siempre vuelve (y por lo visto Vettel también)

El Gran Premio de Malasia ha sido una gran sorpresa porque habíamos dicho que había que esperar un par o tres de carreras para emitir un juicio de valor sobre el “status quo” actual, pero poco podíamos imaginar que Mercedes no iba a ganar el segundo Gran Premio de la temporada.

Por ello tendremos que seguir esperando, porque esta carrera nos ha sorprendido a todos, desde el resultado del sábado hasta la espectacular victoria de Vettel el domingo.

Sin duda esta ha sido el triunfo de la estrategia y del pilotaje. De la estrategia, porque salvar un juego de neumáticos en la Q1 ha sido la clave a la hora de preparar una carrera en la que no ha llovido como todo el mundo esperaba y por tanto Ferrari ha tenido más cintura a la hora de decidir la mejor manera de encarar el consumo de neumáticos. Como ha dicho Toni Cuquerella, “desde la Q1 sabíamos que éramos los únicos que podíamos ir a solo dos paradas”. No parar con el Safety Car y buscar algo diferente a lo que iba a hacer Mercedes ha sido la clave del triunfo.

Y ha sido una cuestión de pilotaje porque a pesar de ello es evidente que el Ferrari no vale lo que un Mercedes aunque quizás hoy se ha confirmado lo que ya se adivinó en Australia, que era el segundo mejor coche de la parrilla. Y Vettel ha desmentido hoy a muchos de sus detractores, ya que los grandes campeones se distinguen por hacer cosas como las que a hecho él este fin de semana: estar listo para aprovechar la oportunidad si se presenta.

Y lo hizo el sábado, aprovechando la lluvia para hacer una vuelta perfecta y colocarse segundo y lo ha hecho hoy saliendo bien y pilotando sin errores, lo que a la postre le ha llevado a la victoria. La verdad es que después de su nefasta campaña 2014 no esperaba una recuperación tan rápida del piloto alemán, pero esta claro que no se ganan cuatro mundiales si no se es un muy buen piloto, que además habrá silenciado a muchos de aquellos que atribuían sus éxitos solo a la calidad de los Red Bull que pilotaba.

Y que Ferrari es el segundo coche de la parrilla lo ha demostrado también Raikkonen. Su carrera también ha sido producto de la estrategia y el pilotaje. Estrategia por el toque de atención de Arrivabene el sábado, cuando no dudó en culparle públicamente de su error en Q2 y de pedirle que hiciera el favor de estar “más atento”. Sin duda algo inusual en esta F1 tan políticamente correcta, pero que debió sonar como una alarma en la cabeza de Kimi y el domingo el finlandés ha vuelto a ser el piloto con mordiente y agresividad de los años de McLaren y Lotus, remontado a toda la parrilla desde el último puesto tras un pinchazo.

Así pues de momento tenemos a dos equipos claramente destacados, Mercedes y Ferrari, mientras tras ellos Williams sigue descolgándose, con un equipo fallón en clasificación y unos pilotos que solo parecen tener mordiente cuando luchan entre ellos. Y casi lo mismo se puede decir de Red Bull, batidos por sus «primos» italianos. Quizás Christian Horner en lugar de criticar tanto a Renault podría mirar hacia dentro y darse cuenta de que los males parecen más propios que ajenos. ¿Quién sabe? Quizás ya empiezan a encontrar a faltar un piloto experto como Vettel…

Como ya he dicho Toro Rosso ha batido a Red Bull. Buena o buenísima carrera de sus dos pilotos. Verstappen empieza a cuajar y Sainz para mi ha estado excelente porque era la típica carrera para cometer algún error: salía desde atrás, ha estado metido en muchas luchas, su táctica no era la mejor y por tanto equivocarse era fácil. Sin embargo no lo ha hecho, como tampoco lo ha hecho Roberto Merhi. Me alegro de que haya podido tomar la salida y de que su coche no se haya roto. No es gran cosa, pero esta experiencia ya no se lo quita nadie.

Las decepciones, algunas previsibles, como la de McLaren-Honda, que sin duda tiene mucho trabajo por delante, pero al menos todos hemos respirado tranquilos al ver a Fernando Alonso en el circuito, clasificando mejor que Button y corriendo hasta que el equipo le ha dicho basta. Y los Sauber parece que vuelven donde es lógico que estén, lo de Australia pudo ser solo un espejismo.

Lo que si parece seguro es que tenemos Mundial. La carrera de Malasia ha sido divertida, especialmente en su primera parte desde el punto de vista deportivo y emocionante por su desenlace al final. La frase no es mía, todo el mundo lo ha dicho empezando por Eddie Jordan, pero es la que resume mejor esta carrera: “Ferrari is back”.