Las preocupaciones de Joann

8 febrero, 2012 Gilles & Didier

Desde su lujosa villa en lo alto de la cornisa en Mónaco, llamada “La Mascotte”, Joann podía ver el mar que tanto le había gustado al principio de instalarse allí, aunque últimamente la vista y el ambiente de la Costa Azul ya no le seducían como al principio.

Ni el mar, ni Mónaco, ni la vida que llevaba en los últimos meses con su marido y sus hijos era la misma, ya que Gilles había cambiado mucho en esta última época, se había vuelto más intransigente de lo que ya lo había sido siempre, empeñado en tener siempre la razón y en hacer siempre lo que le parecía.

Cada vez tenía menos paciencia con Jacques y con ella, e incluso le había insinuado el divorcio en alguna de sus cada vez más frecuentes discusiones. Y ella no sabía a qué era debido ese cambio, aunque notaba que las cosas habían empezado a torcerse desde que Jody Scheckter se retiró. El sudafricano había sido una especie de hermano mayor que había sabido contener a Gilles, tanto en lo deportivo como en lo humano, pero ahora era él el primer piloto de Ferrari, con todo lo que eso significaba y desde entonces, a nivel personal, las cosas no había hecho más que empeorar.

La familia al completo al llegar a Europa

Y además estaba su nuevo compañero, Didier Pironi. Desde que llegó a Ferrari se había hecho muy amigo de Gilles, demasiado según su opinión. Era un piloto que llevaba una vida muy distinta a la suya, era soltero, guapo, ligón y muy aficionado a la buena comida, aunque al menos tenía una novia con la que se casaría pronto pero a la que no parecía ser especialmente fiel. Estaba segura que aquellas escapadas juntos por la Costa Azul no habían sido sólo para hacer las gamberradas que le contaba Gilles, como la de conducir los dos el mismo coche: uno los pedales y el otro el volante y el cambio. Eso era una locura, pero seguro que había más cosas que ella no sabía.

Aunque en el fondo eso no le preocupaba demasiado. Al fin y al cabo siempre habían vivido al límite, se habían casado a los veinte años cuando ella quedó embarazada y habían salido adelante haciendo siempre lo que les parecía, así que una gamberrada o una aventura no eran especialmente importantes. Lo importante era el progresivo cambio de Gilles, que empezaba a ser una persona muy distinta de la que salió de Canadá unos años antes. ¡Aún recordaba divertida la cara de sorpresa del italiano aquel que fue a contratarle en 1977! Daniele Audetto se llamaba, había hecho el largo viaje hasta Montreal para verles y ellos se presentaron a la cita en una ruidosa motocicleta, ataviados con ropa de cuero y sin dar la menor importancia al emisario del mismísimo Enzo Ferrari.

Tras una breve charla, Audetto le dijo que Ferrari quería hacerle una prueba, pero Gilles se negó en redondo: o contrato en firme o nada. ¡Recuerda perfectamente la cara de sorpresa del italiano! Tuvo que pedir un tiempo para llamar a Italia y cuando volvió les contó que Ferrari había aceptado, pero Audetto aún tenía que oír otra impertinencia, ya que Gilles le dijo que iría a Italia sólo si Ferrari le pagaba el viaje.

Todo esto ocurrió un viernes y el lunes siguiente ya estaba en Italia probando el Ferrari. Después volvió durante el Gran Premio, pero no para correrlo, sino para cancelar el contrato que tenía con McLaren, ya que Teddy Mayer no quería liberarle porque se había especulado que Gilles iba a pilotar en Fórmula 2 para el equipo Project Four de Ron Dennis, que ya hacía tiempo que estaba “rondando” cerca de Marlboro, el patrocinador de McLaren. Al final le dijo que sólo le dejaría marchar si le fichaba Ferrari y su sorpresa fue descomunal cuando supo que ese era el destino de su piloto.

En aquel año de 1977 Ferrari estaba teniendo problemas con su primer piloto, Niki Lauda. El austriaco quería mucho más dinero, pues se acababa de divorciar y de comprarse un avión nuevo, y eso requería un aumento desmesurado de su ficha. Y Ecclestone estaba dispuesto a pagársela, así que Mauro Forghieri, ingeniero jefe, empezó a pensar en la posibilidad de perder al piloto austriaco. Y se fijó en aquel pequeño canadiense que en Silverstone había pilotando el tercer McLaren, lo había colocado en el noveno puesto en la parrilla y marchaba séptimo acosando a los Lotus de Andretti y Nilsson cuando tuvo que parar en boxes, remontando después hasta la 11ª posición. Cuando volvió a Maranello se lo comentó a Enzo, diciéndole “le gustará, pilota siempre derrapando, como los pilotos antiguos”, palabras que le sonaron bien al gran patrón.

Esta foto pertenece a 1977, cuando Villeneuve fue presentado a la prensa en Fiorano.

Cuando el divorcio con Lauda era ya inevitable, Ferrari mandó a Audetto a sondear al  “pequeño canadiense” para que corriera las dos últimas carreras de la temporada, en Canadá y Japón. Dos carreras que fueron un desastre, incluyendo un grave accidente con nada menos que Ronnie Peterson, uno de los pilotos más rápidos y a la vez más limpios que hayan existido nunca. La prensa, especialmente la italiana, puso a Ferrari en la picota y se preguntaban como podía haber llegado a piloto oficial un tipo cuya experiencia europea se resumía en dos carreras: el GP de Pau de Fórmula 2 ¡y el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone! Aquel invierno Forghieri y los demás ingenieros de Fiorano tuvieron que trabajar duro con Villeneuve. El trazado de pruebas tenía circuito cerrado de televisión y una célula de medición de velocidad cada quince metros (una especie de telemetría embrionaria) y con ella pudieron ir “domando aquel pura sangre” como dijo el propio Mauro.

La temporada 1978 significó un cambio radical para Joann y para toda la familia. Se trasladaron todos a Europa y su amigo y también piloto Patrick Tambay les encontró un lugar adecuado cerca de Cannes para vivir, ya que querían que sus hijos tuvieran una educación francófona. Se compraron una autocaravana para ir a las carreras, Gilles la modificó porque le gustaba la mecánica (había estado en Francia con una beca para aprender cuando tenía 19 años) y la convirtió en algo muy peculiar, una pick-up Bronco con un tren anterior GMC y con un puente posterior distinto. El cacharro hacía un ruido infernal y años después el mismo Bernie Ecclestone le contó a Joann que cuando les vio llegar por primera vez, fue presa del pánico.

En su condición de responsable de la Foca estaba poniendo orden y normas en el paddock y la llegada de aquella especie de tribu de zíngaros le puso de los nervios. Tanto, que al final decidió ir a hablar con Gilles, pero cuando se acercó a la motorhome, el enorme perro que formaba parte de la familia no sólo se le echó encima, sino que el can pareció empeñado en hacerse amigo de aquel señor bajito, con tanta insistencia que no hubo manera de entablar una conversación seria, así que Bernie optó por largarse y dejarlos por imposibles.

La furgoneta con matrícula canadiense, y la motor home de la familia.

La fama y el dinero pudieron más que Ecclestone y ahora Gilles había cambiado Cannes por Mónaco y la motorhome por el dichoso helicóptero, su último capricho, que llevaba por el camino de la amargura a Joann. Ella no entendía de helicópteros, pero eso de pilotarlo a ojo como hacía Gilles no le gustaba nada. Porque ir hasta Maranello siguiendo desde el aire la carretera aún tenía un pase, pero ¿qué pasaría cuando tuviera que ir a algún sitio desconocido?

Si, Joann estaba preocupada. Aquel empezaba a no ser el Gilles de siempre. Menos mal que algo había ocurrido a su favor. Hacía tiempo que le insistía a su marido que no se fiara tanto de Pironi, su instinto le decía que el francés no sería tan leal como había sido él con Jody en el pasado. Y que no le nombrara padrino de boda, se lo pidiera a Marco Piccinini y no les invitara le daba la razón.

Afortunadamente no ir a esa boda fue un alivio para Joann, ya que no le apetecía y además estaba más atareada que de costumbre, ya que el 9 de mayo, en apenas un mes, Mélanie hacía la primera comunión y eso requería algunos preparativos que en plena temporada y con Gilles tan distanciado de ella, tenía que hacer en solitario. Y porque además, la comunión de la niña coincidía con el Gran Premio de Bélgica.

36 Comentarios

  • Alfonso dice:

    Muy intrigante Maese. Deseando que llegue el próximo capítulo.

  • Cheno dice:

    JOer, interesante, aunque con un cierto colorcillo tirando al rosa……jejejeje
    Me froto las manos pensando que dentro de 10 año, Maese Castella nos contará la historia de Alonso, Raquel, el sueño de morpheo y la Rusa…….. 😉
    Esperamos la tercera parte de la historia con esta pretemporada recien iniciada.
    Saludos.

  • Velocidad dice:

    Ja ja, también he tenido la sensación de lo que expresa Cheno. Sin embargo, esto me deja más intrigado, más cuando no conozco el fondo de la historia, ni he querido investigar. A ver cómo se sigue desgranando Maese.

    Ea.

  • Bueno bueno, me dejas intrigado Carlos. ¿Seguro que no trabajas para Sálvame haciéndoles los cebos? xD Ya en serio, esperando la tercera parte con ganas, como cuando Motociclismo daba la biografía de Rossi en cada revista.
    Un saludo!

  • Teucro dice:

    Bueno bueno bueno…(que decía Jesús Puente) está interesante el asunto

  • Jaime dice:

    Carlos, se nota que escribir es lo tuyo, sabes cómo crear expectación. Estamos como un perrito que espera que le den de comer…

    Estoy poniéndome al día con las últimas entradas, que llevaba un tiempo desconectado y ya lo echaba de menos…

  • ImprezaSTI dice:

    Je je je, vaya con el mundo «rosa» del motorsport. Bromas a parte ne está gustando y intrigando esta faceta más «social».
    El viernes toca, no??

    • Pues si, estas series son de lunes, miércoles y viernes. El fin de semana, descanso.

      • José Zurita dice:

        Por pura casualidad y debido a la pandemia del virus chino y el confinamiento en casa a que nos ha obligado encontré éste interesante artículo. ¡Bueno pues! Estilo TLNovelas, canal de TV Cable mexicano ambientado en las carreras de automóviles.

        Saludos desde Venezuela.

        Por cierto ¿Dónde puedo ver los siguientes capítulos?

  • Piteich dice:

    Bueno Carlos, apenas intervengo pero no me pierdo ni una sola entrada del blog.

    Por lo que respecta a esta entrada, a mi también me parece muy interesante contextualizar la situación y estoy completamente de acuerdo que los pilotos son personas. A mi me parece que esta crónica rosa es muy enriquecedora para entender lo que tenga que venir. Yo la desconocía por completo. (En realidad solo conozco de la historia el cómo acaba y algún episodio deportivo suelto pues yo apenas era un párvulo cuando ocurrieron los hechos).

    Por cierto, interesantísimo el serial de momento y lo que nos queda… y no me canso de decir que aparte del contenido del blog que es fantástico, lo que más me gusta es la manera que tienes de contar las cosas.

    Gracias Carlos y contando los segundos hasta el viernes…. tic tac tic tac

  • cies dice:

    Juaassss, bueníiiiisima la anecdota con Tito Bernie. ¡Grande Gilles!, el unico que ha sido capaz de acojonar al Tio Gilito.

    Ahora las dudas:
    1.-No reconozco el circuito de la primera foto pero apostaría por: Zolder/Spa, Kyalami, Anderstop (Suecia), Österreichring, o Brands-Hatch, incluso diría Dijon pero depende del año. ¿podrías precisar circuito y año?
    … ¿y curva? 😉 😉 😉
    2.-…Todo esto ocurrió un viernes y el lunes siguiente ya estaba en Italia probando el Ferrari. Después volvió durante el Gran Premio, pero no para correrlo, sino para cancelar el contrato que tenía con McLaren, ya que Teddy Mayer no quería liberarle porque se había especulado que Gilles iba a pilotar en Fórmula 2 para el equipo Project Four de Ron Dennis, que ya hacía tiempo que estaba “rondando” cerca de Marlboro, el patrocinador de McLaren…
    ¿Que GP?
    ¿Mayer no quería que Gilles se fuese con Dennis, o no quería liberarle para quedarselo junto con Tito Ron en la fusion ambos equipos?
    3.-La furgo, la caravana y toda la family a cuestas, una costumbre muy americana de ir a las carreras, parece que estemos hablando de Richard Petty.
    ¿Gilles corrió algo de NASCAR o solo la Grand Am?
    4.-¿El GP de Belgica de 1978, fue ya en Zolder o aun en el viejo Spa?

    • No se de donde es esa foto, porque está sacada de una publicidad, por tanto aparecía en muchos sitios, pero lo que te puedo asegurar que no es es Dijon.

      Evidentemente si volvió a Italia era para el GP de Italia. Mayer no quería cederlo porque sabía o sospechaba que Dennis estaba en conversaciones con Marlboro. Quizás todavía no podía imaginar que acabaría quedándose McLaren, pero que empezaba a ser un incordio seguro que sí. Por eso no quería cederle a su propio piloto.
      En la fusión de McLaren y Project Four Ecclestone no tuvo nada que ver. Fue Marlboro la que lo decidió ya que les patrocinaba a ambos y buscó una solución para «desatascar» McLaren.

      Es verdad que la furgo es muy al estilo NASCAR, aunque que yo sepa Gilles nunca corrió con carrozados.

      Y por último, el GP de Bélgica se corrió en Zolder en 1973, del 75 al 82 y por última vez en el 84.

  • David dice:

    «Porque ir hasta Maranello siguiendo desde el aire la carretera aún tenía un pase…» Qué crack !!! XD
    Impresionante reportaje hasta el momento («made in Carlos Castellá») y deseando que llegué el viernes por muchas razones, pero sobre todo por seguir está magnífica historia!
    P.D. Una vez leí (creo que fue a Sid Watkins) que cuando Gilles llevaba un coche de calle creía en la «teoría del hueco» (supongo que la inventó él), y esto viene a ser que en el momento en el que un accidente es inevitable, siempre habrá un hueco dentro del habitáculo donde meterse y salvar la vida. Genio y figura.

    • Lo de Sid Watkins llega en el próximo capítulo… ¡ te me estás adelantando!

    • cies dice:

      ¿La teoría del hueco no era aquella que decía que si otro piloto trompea delante de tí tira a dar porque cuando tu llegues allí el ya no estará?
      A mi me pasó haciendo karting y por apuntar al hueco en vez de al otro piloto acabamos chocando y haciendo de maquinas cortacespedes de la zona verde del circuito jajajajaja.

      • Yo también la conocía así, que cuando un coche pierde el control hay que ir hacia él porque cuando se llega ya no está ahí.

        Luego estaba lo que decía Mike Hawthorn de los cruces, que había que hacerlos a toda velocidad para estar el menor tiempo posible en la zona de peligro.

        (Ya de paso intento picar al señor Castellá para un futuro relato con la temporada 58 en Ferrari como trama, el pacto de Hawthorn y Collins contra Musso) 😉

      • cies dice:

        jajajajajajajaja
        ese otro teorema de la conduccion deportiva no lo conocía, yo conozco el de: «si ves el arbol es subviraje, si lo oyes es sobreviraje»

        Vamos a tener que escribir un libro de teórica del racing driving.

  • Forastero dice:

    Me ha gustado especialmente que todo el «relato» esté hecho desde el punto de vista de Joann y sus preocupaciones. Ansioso estoy de leer el siguiente.

  • Kenny dice:

    Buen relato Maese, como siempre. Aunque diré, como dije cuando hiciste la historia del caso de 2007, que es muy perjudicial conocer a fondo a tus iíolos. Tenía a Gilles como un ídolo, y creo que probablemente esta historia destrozara esa figura. Pero bueno, que remedio, merecera la pena.
    Por cierto, la comunión se refiere al GP de Bélgica del 81 ó 82? Es que me he perdido un poco.

    • Tienes tu parte de razón. Mi ídolo de la niñez fue Jacky Ickx, y cuando estaba por el DTM para ver a su hija, pese a que lo tuve fácil, no hice nada por conocerle. Pero por otro lado no se puede obviar la realidad, y como ya he dicho antes, en ocasiones no se puede separar a la persona del personaje.

      • Valentí Fradera dice:

        Ickx… Qué curioso que de un personaje tan legendario no haya apenas nada publicado. Hace algunos años (¡supongo que muchos!), estando en Francia, llegué a tener en mis manos un libro sobre él, pero no lo compré y me he arrepentido siempre. No obstante, sé de buena tinta que se está preparando una biografía sobre él, que se publicará hacia el próximo verano. Este no se me escapará…

      • Valentí,

        Sí que es cierto que no hay nada del otro mundo publicado, pero alguna sí. Busca ‘Ickx’ por aquí: http://www.librairie-auto-moto.com/.

        A destacar ‘Jacky Ickx à bâtons rompus’ (John J. Goossens, 1971), ‘Jacky Ickx Mes souvenirs noirs et blancs’ (Denis Asselberghs, 1991) y ‘Jacky Ickx L’enfant Terrible’ (Pierre Dieudonné, 1996).

        En todo caso, Ickx goza de una de las mejores –sino la mejor– web realizada por un seguidor. El apartado de fotografías siempre me ha parecido un lujo.

        Narcís.

  • Velocidad dice:

    Narcís, cierto. La web en el tema fotografías, un lujazo.
    Ea.

  • Carles dice:

    Efectivamente, Villeneuve, debido al éxito personal y la entrada de mucho dinero en su bolsillo, fué cambiando, sin duda, como ocurre a muchas personas con la rapida entrada de dinero y la fama ,le habia hecho perder un poco el norte de su vida en varios aspectos.
    No tuvo que esperar la entrada de Pironi para sus primeros ligues, ya con Scheckter los habia tenido, por otra parte, como todo buen piloto de F1. De ellas, una si fué muy especial para el a partir de principios de 1981, conociendo Gilles, incluso a los padres de esa chica y de la que su mujer Joanne, no tendria conocimiento hasta despues de la muerte del intrépido canadiense. Efectivamente, Joanne no reconocía al hombre con la que habia compartido gran parte de su vida y habia comportamientos de Gilles que ella no podia con ellos, como fué la de hipotecar su casa, para comprarse un espléndido helicoptero Agusta de 950.000 dolares o la de no querer regalarle un anillo d diamantes «por ser muy caro «y a la semana siguiente gastarse el doble en una lancha fuera borda.

    Gilles y Didier, hicieron buenas migas desde el primer momento, si bien eran, como dice Carlos, de extractos sociales bien diferentes, su pasion por el riesgo y la velocidad en todo tipo de engendros mecánicos, no hizo mas que reforzar ese nexo de unión. como pequeñas muestras, recordar como yendo los dos en el mismo coche, y trazando una curva de la carretera por donde circulaban y habiendo debajo un campo de viñas, uno de ellos, el que iba de acompañante, le dijo al otro (no se quien conducía), me gustaria volver a pasar por esa curva, pero esta vez sin girar para aterrizar en el campo. Dicho y hecho, dieron la vuelta y pasaron de nuevo por la curva en cuestion, esta vez sin girar…. y aterrizando en el campo. Consiguieron llegar a su destino, pero el coche en cuestion ya tenia el suyo, debido al lamentable estado en que habia quedado despues del «aterrizaje».

    Otra similar es que yendo con otros dos coches de alquiler, y como siempre gas a fondo, primero uno tuvo que abandonar su coche despues de un exceso de optimismo, subiendose al coche del otro, para acabar igual el segundo coche y ellos terminar el viaje andando uns km de noche hasta donde se dirigían.Hay tantas….!
    Con el tema del helicoptero, la mas «clásica» era Didier por tierra con su Ferrari de servicio y Gilles con su Agusta persiguiendolo pero intentando trazar este la carretera cual coche pero volando.

    Un saludo

    • Vaya Carles, ya veo que eres todo un especialista en la vida de Gilles. Me alegro de tenerte por aquí, siempre es bueno ampliar conocimientos porque esto que has escrito me alivia: hay una parte (lo de los ligues) que estuve tentado de quitarla porque no estaba seguro del todo.

  • Gonzalo dice:

    Con una amistad de por medio la historia entra en el campo del drama..
    Que fama la de Gilles.. Como tenia en la mano a McLaren y a Ferrari para empezar su carrera.
    que historia del helicoptero! Realmente solo tenia la imagen de Gilles como un arriesgado piloto y muy vehemente. No sabia nada de los que has contado hasta ahora..
    Pagaria buen dinero por ver la discucion de Bernie y Gilles!!!
    que buena historia Carlos!

  • Carles dice:

    Tanto Didier Pironi como Gilles Villeneuve, fueron mis dos grandes favoritos en F1. Verlos juntos en Ferrari, aun siendo muy jovencito, fue una «alegria terrible» que se transformó en aflicción y pesar con todo lo que ocurrió en 1982.

    Saludos

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