Mi Gran Premio de Austria

El Red Bull Ring es un circuito precioso, el más bonito por sus alrededores, pero también plagado de incomodidades por la falta de infraestructuras ¡y ahora tengo que ir dos veces al año!

La primera por la Fórmula 1 y especialmente por la GP3 y la Porsche. A pesar de sus inconvenientes, siempre es un placer ir a este circuito.

Viernes 18 de Junio

Producción no ha podido encontrarme un vuelo a una hora “racing”, estos es, a primera hora de la mañana y tengo que volar al mediodía. Eso significa que llego a Viena sobre las 15 horas donde me espera un taxi para llevarme a Graz directamente, está claro que no voy a llegar a tiempo al circuito.

Desde luego no es la mejor manera de empezar, pero en fin, si no puede ser no puede ser. Llego al hotel justo a tiempo de conectarme a Internet y seguir los libres de GP3 por el live timing, lo que me permite hacer un primer ensayo de retransmisión. Al principio me cuesta al no tener imágenes, pero acabo consiguiendo lo que quería, hacer un poco de entrenamiento para refrescar los nombres y los datos.

Después me espero para ir a cenar con Josep Lluís Merlos, Joan Villadelprat y ¡Laura Naranjo! no habíamos coincidido desde el magnífico reportaje que hizo sobre los 40 años de Montjuic. En pocos minutos me ponen al día de lo que ha ocurrido en el circuito porque no ha pasado nada de particular.

Sábado 19 de Junio

Toca madrugar. Antes de las siete estoy en el restaurante saludando a todo el mundo, con especial cariño a Pablo de Gregorio, el productor, con quien tampoco había coincidido este año. Me voy con él y con Lola Cañas, la maquilladora, primero a recoger la credencial y después al circuito.

Nada más llegar me voy zumbando al paddock de la GP3 porque será la primera retransmisión y quiero hablar con Alex Palou como sea, cosa que no me resulta demasiado difícil, siempre está dispuesto. Le digo que espero que me de argumentos emocionantes durante la retransmisión. Hablar con él me permite tener algunos datos y valoraciones del circuito, luego hablo con Alex Fontana, ¡no quiere ni oír hablar de lluvia!

No hay tiempo para mas, hay que ir a la cabina. Giovanni me recibe tan efusivo como siempre, es un gran tipo y creo que es la única persona de mi vida que llega a los sitios antes que yo. Hago la GP3 y me lo paso bomba, Alex acaba tercero y lástima que en la última vuelta se sale en la curva de entrada a recta, eso era una pole segura. La velocidad está ahí, ahora solo falta concretar pero ha sido un momento espectacular ¡y yo que quería emociones fuertes!

Se lo digo al verle de nuevo en el camión de Campos Racing, quedamos en repetir cita por la tarde. Busco a Alex Riberas, comentamos sobre su nuevo compañero, Pedro Piquet, hijo del gran Nelson y sobre todo de sus opciones en esta carrera. Al salir me encaramo a la colina para ver un poco los libres de Fórmula 1, al menos ver los coches al natural.

Riberas también me “regala” un momento de emoción cuando está a punto de salirse, pero consigue dominar el coche y acaba sexto, perjudicado por una bandera roja. De todas formas no está mal, está en la zona alta y eso siempre es importante. Me voy a ver la clasificación de los grandes un poco más tranquilo, ya he hecho mi primera parte del trabajo y ahora ya estoy situado o por decirlo de otra manera, ya he recuperado el retraso por no venir ayer.

El paddock de este circuito está desierto, una tónica de todo el año, esta obsesión por vaciar el espacio y que haya poquísima gente, aunque eso sí, los que hay valen la pena. Hacemos un poco de corrillo con Villadelprat, Pablo de Villota y Albert Fábrega. Después a la cabina, a por la carrera de GP3.

¡Que decepción! ¡Palou se queda en la salida otra vez y pierde todo lo ganado en clasificación! Tras unas vueltas de Safety la carrera se reinicia y es interesante, con la victoria de Luca Ghiotto, autor de la pole. Pero el chasco por lo de Alex no nos lo quita nadie. Después le veo otra vez en el camión y es sincero, ha calado el coche, no ha sido el embrague ni nada del procedimiento de salida. Veo a Adrián Campos, comentamos y me dice una buena frase: “al menos este dice la verdad y no como otros, que inventan excusas que me vuelven locos a los ingenieros”.

Y ahora viene lo mejor del día: ver los Fórmula 1 antiguos, de los años ’80. Voy con Pablo, Joan y Dani Clos hasta el borde de la pista, en el pit lane. Se nos juntan Paddy Lowe y Nico Rosberg, que incluso se encarama a la valla metálica para verlos mejor. También saludo a Susie Wolff, ataviada con un traje regional. Pero lo imponente es ver pasar estos monstruos: McLaren MP4/2 con Niki Lauda al volante, el MP4/2C con Alain Prost, el BMW BT52 con Nelson Piquet, el Ferrari 87/88C con Gerhard Berger, el Minardi M186 con Pier Luigi Martini al volante (foto de apertura) y otras “bestias” que nos deleitan con su atronador sonido, mientras en las gradas el público que se ha esperado aplaude el paso de cada uno de los monoplazas y ya no digamos cuando Jean Alesi y Alain Prost saludan con la mano. Hay varios turbo y Joan le comenta a Lowe el estruendo que hacen.

Christian Danner sale con el Zakspeed y nos demuestra que en 30 años nada ha cambiado: ¡al cabo de una vuelta el coche ya se ha roto! Otros más rompen, pero el espectáculo ha sido sensacional. Después ya nos vamos los tres (Joan, Dani y yo) al hotel en Graz, un tanto sorprendidos y consternados por las noticias que han ido llegando de un atentado en esta pacífica ciudad. A pesar de que no ha sido muy lejos de donde tenemos el hotel, no vemos nada anormal, ni tan siquiera algún control policial.

Domingo 21 de Junio

Salgo con Miguel Martínez Cueto y María Serrat con las maletas ya que todos dormimos en Viena. Al llegar me voy directo, sin pasar por el camión, al paddock de la GP3. Vuelvo a hablar con Alex, saludo a Alfonso Celis, a Alex Lynn y a un par de mecánicos cuyo nombre no recuerdo pero que son los que a veces cuentan cosas interesantes.

Llego a la cabina echando el bofe, he apurado demasiado y Giovanni ya está de los nervios, me sobran solo cinco minutos, pero es que el camino hasta la cabina es largo, prácticamente hay que salir del circuito para volver a entrar por el lado contrario de las tribunas. La carrera de GP3 es sensacional, Oscar Tunjo remonta desde la novena plaza hasta la primera, quien ha visto y quien ve a Trident. El año pasado eran uno de los peores equipos y este año ya llevan dos poles y dos victorias con dos de sus tres pilotos. Lástima que Alex se ha quedado en la primera curva, pero como me dirá después, “al menos esta vez he tomado bien la salida”.

No voy a hacer la Porsche en directo, así que disfruto de la carrera, donde Alex nos da una alegría, prácticamente la única de todo el fin de semana, al acabar tercero. Al concluir me voy otra vez al paddock (voy a acabar reventado) para felicitarle, pero como supongo que tardará un poco en llegar aprovecho para almorzar debidamente en el hospitality de Porsche.

Le veo en el camión, está eufórico, ha sido una carrera muy dura pero esta vez todo ha salido bien y un pódium es un pódium y más este, el primero en la Supercup. La primera victoria no puede estar lejos, veremos si puede ser el próximo fin de semana en Norisring. Nos despedimos y me voy a ver el Gran Premio. En algunas fases del mismo me pongo en modo espectador, es decir mirando la pista sin pantalla ni live timing, viendo pasar los coches uno tras otro e intentado comparar con los últimos GP que he visto como público (España 2009 y 2012) y la verdad es que el espectáculo es pobre. Pobre en impacto y pobre en coches en pista, esto necesita una mejora urgente.

Paso por el paddock y puedo saludar a Roberto Merhi, que está exultante tras la carrera, cansado, sudado y satisfecho. Me riñe porque no voy a verle al hospitality, quedamos que en Silverstone comeremos juntos. Me voy al camión donde sigue el programa de Movistar TV y solo cuando acaba emitimos la Porsche que locuto con ardor. A pesar de que ya se lo que pasa la carrera es tan interesante que me animo como si la viera por primera vez.

Toca hora de desbandada general, María y yo nos vamos a la sala de prensa a esperar a que Miguel termine sus crónicas. Allí saludo a Anja Wente, la ex press officer del DTM que está colaborando en esta carrera. Ayer vi un momento a Philipp Berkesy, el que fuera secretario de ITR y que ahora es el director del circuito.

Sobre las ocho de la tarde marchamos hacia Viena, donde llegamos a las diez, casi al mismo tiempo que otros de nuestros coches que habían salido antes. Al parecer han perdido casi dos horas en un embotellamiento enorme que nosotros ya no hemos encontrado. Toca cenar rápido e ir a dormir enseguida, mañana el avión sale a las 7.30h y queda poco tiempo para dormir.

Lunes 22 de Junio

Pues vaya, todos los que vamos a Barcelona en pie a las 5 de la madrugada, a las 5,30h. nos tomamos un café de máquina y al aeropuerto. Una vez dentro nuestro vuelo saldrá con casi dos horas de retraso, ¡con lo bien que las habríamos dormido!

Finalmente salimos y tras un vuelo sin mayores incidencias llego a casa a media mañana para poner fin a este viaje.