Un año apasionante (II)

Voy a seguir con este especial repaso de la temporada 2014. Ya hice la primera parte, pero la llegada del 28 de Diciembre y después la entrada de Carlos Barazal me hicieron ir por otros caminos.

Así que es hora de retomar esto y seguir el repaso del año 2014, que como dice el título, resultó apasionante.

La foto de apertura está tomada en Bélgica, en el TV Compound de Spa y es una demostración del «glamour» de la Fórmula 1. Habían pasado unas dos horas desde la finalización de la carrera y las televisiones empezaban a recoger kilómetros de cables, cajas enormes para guardar todas las cámaras y utensilios, desmontar estudios portátiles y cientos de cosas que no se ven pero que son imprescindibles para que las imágenes lleguen a nuestras casas. La noche del domingo es muy, muy larga y hay camiones que no salen hasta bien entrada la madrugada. Y en ocasiones el destino es otro circuito, sin ni siquiera pasar por casa.

Así encontré este año el famoso ovalo de Monza. Como podéis ver, lo han recubierto de una capa de algún producto blanquecino, no parece pintura pero desde luego no es el color cemento negruzco que tenía. Había un par de vigilantes bastante bordes que no me dejaron pisarlo aunque fuera solo un momento, pero al menos pude llegar hasta aquí y volver a deleitarme viendo un recuerdo del pasado. A pesar de que lo he visto varias veces, para mi este ovalo sigue siendo una asignatura pendiente, no lo he «vivido» como me gustaría.

Entrada al paddock vista desde el puente que cruza la pista. Sí, eso del fondo que parece la calle mayor de Sochi es un moderno paddock, con el edificio de boxes a un lado y los edificios de los equipos al otro. Todo bien hermético y cerrado, aunque en esta foto se ve bastante gente, algo inhabitual y que es de las cosas que más me han sorprendido este año, lo vacíos que están los paddocks, su celo por esconderse del mundo llega a extremos exagerados. En ocasiones a mi no me dejan entrar porque «un reportero de la GP3 no tiene nada que hacer ahí» y más de una vez hemos tenido que hacer gestiones porque el acceso a las cabinas estaba dentro. Acostumbrado como estoy al bullicio del DTM, estos desiertos me resultan patéticos.

Alex Riberas se quedó sin volante para la carrera Porsche de Austin, pero estaba allí así que el domingo pudo venir conmigo a la cabina. Fue una buena carrera pero sobre todo fue una buena manera de acabar el año juntos, ya que nos fuimos viendo toda la temporada, tanto en la Fórmula 1 como en el DTM. Alex comunica muy bien y pude preguntarle muchas cosas porque sabe explicarse y esto para un locutor es una delicia. Espero que el año próximo sigamos viéndonos y no precisamente en la cabina, sino en el paddock de la Porsche y en las parrillas de salida, como este año.

Zona de descanso detrás de la tribuna principal en el circuito Yas Marina, supongo que ya lo habéis adivinado. Dejando aparte el evidente estilo propio del país y de la cultura, está bien habilitar zonas de descanso para que el público pueda relajarse mientras espera. En el Circuit de Catalunya creo recordar que también hay una zona así, es algo que debería generalizarse para que los circuitos fueran más acogedores para aquellos que son sus clientes más importantes: los espectadores.

(Continuará)