Una carrera mas, una carrera menos

El Gran Premio de Austria fue un episodio más de lo que está sucediendo esta temporada y al mismo tiempo una oportunidad menos para animar este campeonato.

El dominio de Mercedes tuvo el desenlace habitual y se resolvió en la primera curva, quien pasa primero gana la carrera y así fue una vez más en el Red Bull Ring.

Y como a Lewis Hamilton le patinaron un poquito las ruedas, Nico Rosberg tomó el liderato y se limitó a llegar a la meta en cabeza. El duelo entre ellos fue el sábado y con un final esperpéntico, con ambos pilotos cometiendo un error en su última vuelta de clasificación y que sin embargo no les impidió copar la primera línea de la parrilla.

Después la carrera en sí no fue aburrida, hubo bastante acción, algunos duelos bonitos, otros espectaculares y hubo algunas situaciones de esas que le dan interés a una carrera. Los duelos finales, como el de Maldonado y Verstappen, fue muy espectacular y se resolvió a favor del piloto venezolano tras una maniobra al límite que nos puso a todos los pelos de punta.

Y al mismo tiempo tuvimos el duelo ya habitual aunque más soso, entre un Williams, en esta ocasión el de Felipe Massa, contra un Ferrari, esta vez el de Sebastian Vettel. El duelo se resolvió a favor del brasileño, que hizo una muy buena carrera y por una vez no se vino abajo, mientras que el alemán fue víctima de una mala parada en boxes, pero también de una cierta falta de “punch” para atacar al Williams.

Pero si algo fue la clave de la carrera a lo largo de todo el fin de semana fue el “show” McLaren, acumulando todo tipo de penalizaciones hasta alcanzar un record difícil de batir, 25 plazas para cada coche, con la excusa o el argumento de que no pasa nada por salir desde atrás si eso es para dar pasos hacia delante, algo que hemos pedido desde aquí muchas veces. Pero tras tantos cambios y piezas nuevas, se clasificaron en sus posiciones más o menos habituales, 15º y 17º el sábado. Y en la octava vuelta ya no quedaba ninguno de los dos en carrera.

Cierto, Alonso abandonó por un accidente espeluznante afortunadamente sin consecuencias, con Raikkonen haciendo el borde (por no decir algo más fuerte) ante el interés del asturiano por su salud, que personalmente me convencen definitivamente de que este finlandés es un mal educado. Pero igualmente los McLaren-Honda han seguido en el fondo de la parrilla, con o sin mejoras, con o sin pieza nuevas, con o sin penalizaciones. No hay más realidad que esta y estos avisos, estas recomendaciones pidiendo calma, paz y tranquilidad y augurando un futuro maravilloso, son cada vez más difíciles de creer.

Personalmente si yo fuera Ron Dennis o uno de sus consejeros, no dudaría en decirle que empiece a buscar un propulsor para 2016, porque la base, el punto de partida de Honda, está muy atrás como para pensar que en unos meses la vida va a ser maravillosa.

Detrás de los principales protagonistas, sin duda un fin de semana duro para los nuestros, con solo Roberto Merhi llegando a la meta, un Carlos Sainz brillante el sábado pero más desdibujado el domingo, igual que los Red Bull, que como el año pasado han hecho un papel muy triste en su carrera de casa. Una carrera con menos público que el año pasado pero esto es normal, el primer año siempre hay el factor de la novedad y el segundo es el del bajón. Y si a ello añadimos un espectáculo no muy brillante, pues vamos a considerar el nivel de público  aceptable para la carrera con peores infraestructuras del campeonato.