Pues sí, el DTM ha finalizado un año más y un año mas de alguna manera he sido de la partida. No con la intensidad habitual porque mis pupas me han obligado a fallar en las últimas pruebas, como ya me pasó en 2013.
Pero eso no quita que no estuviera en alma en las carreras aunque me perdiera la victoria de Miguel. En mi anterior artículo ya comenté los duros momentos que pasamos juntos, pero tampoco es cuestión de olvidar los buenos, que también los hubo.
Recuerdo una visita a Amsterdam ( foto aquí al lado) en la que íbamos Mariano, Meni, Andrea (la hermana de Miguel) y Mireia. Mariano se empeñaba en ir a parar a un parking que él recordaba y como no había manera de llegar a él, se iba poniendo cada vez mas nervioso hasta que le dije: “¡para ahí y no te muevas!” Ante mi imperativo categórico se detuvo al tiempo que yo llamaba a casa, le daba a mi hijo Daniel nuestras coordenadas y algunas indicaciones de a donde supuestamente teníamos que ir a parar. Como Dani estaba acabando física, necesitó pocos minutos para interpretar los datos necesarios para el GPS y mandármelos… ¡estábamos a 800 metros de nuestro objetivo pero en línea recta no en redonda! Y así por fin pudimos conocer el famoso barrio Rojo de Amsterdam… digo… el centro de Amsterdam, muy bonito por cierto.
Sí, pasamos momentos muy divertidos. He comentado el dramático Hockenheim de 2012, con mi tumor a cuestas, pero ese fue uno de los fines de semana más divertidos en el DTM. Venían con nosotros David Gou, amigo personal de Miguel y Daniel, mi hijo, que venía de “vigilante” mío. Pero Mariano no contó con la presencia de David y encontrar hotel para él fue una odisea que además generó la negativa expresión “viajes Mariano” cada vez que algo salía mal porque el pobre David fue a parar a un antro al que se le puede llamar de todo menos hotel. Podéis ver la foto aquí abajo, con estatuas de la libertad en el tejado.
Lo más divertido fue cuando en mitad de la noche rumbo a lo desconocido yo conducía, Daniel iba de copiloto y los otros tres detrás. Y en un momento determinado Meni me pregunta “oye Carlos, y si el GPS falla, ¿a quien vas a llamar? Porque Daniel está aquí con nosotros…” tras unos segundos de angustia el propio Daniel contestó: “No te preocupes, si el GPS falla tengo todos los mapas impresos en papel” Muy Sheldon Cooper…
El viaje a Hungría también fue divertido, especialmente por el más que sospechoso aspecto del “hotel Amadeus” donde no alojamos, propio de “Viajes Mariano” aunque en este caso lo había reservado yo, lo que provocó que Mariano se tomara su cumplida venganza mofándose de mi y del hotel todo el fin de semana. Durante nuestra primera comida, recién llegados al hotel, al camarero se le resbaló una cerveza que cayó sobre las otras copas causando un gran estropicio. Mariano tuvo incluso que ir a cambiarse de arriba abajo y menos mal que los cristales rotos no afectaron a nadie. Cuando el consternado camarero vino a pedir disculpas entendimos lo que había pasado: se llamaba Atila y al menos con nosotros cumplió con su nombre.
Cenando en Buda Salvador, un amigo de Mariano, pidió dos platos de nombres impronunciables y a pesar de la insistencia del camarero, no los quiso cambiar. Luego resultó que eran dos variantes de “goulash”, así que el amigo “Vadó” salió del local echando fuego por la boca y reclamando poco menos que el retorno del emperador austro-húngaro porque algo colocado sí iba sí, necesitó bastante vino para digerir todo aquello.
Claro que los viajes son mas divertidos si viene Joan Gou con nosotros, el padre de David. Tipo simpático, agradable, gran conversador y con la frase adecuada siempre a punto, ha estado dos o tres veces conmigo en la cabina de retransmisión y alguna vez tuve que hacer amago de echarle porque me hacía reír en plena carrera y sin decir nada, con su simple lenguaje corporal. Lorand Fedacou, ingeniero de Miguel en Phoenix, se partía el pecho por su capacidad de hablar en francés imitando el acento parisino y las dos cenas con el en el famoso restaurante Pistenklause (foto) en Nurburgring fueron memorables.
Claro que además de divertido es un personaje atento y caballeroso y como el sábado por la tarde empezó a llover, ni corto ni perezoso se fue a comprar tres paraguas. Luego ellos se fueron directamente al restaurante donde nos encontramos todos y solo al salir del mismo y ver que estaba lloviendo de nuevo cayó en la cuenta de que se había olvidado los paraguas en el hospitality ya que al salir del mismo no caía una gota.
Al día siguiente los buscamos por todas partes en el hospitality de Audi, pero lamentablemente de los tres magníficos e impolutos paraguas nunca más se supo…
Hola Carlos.
Me he reído mucho porque yo también viajo bastante y algunas cosas parecidas nos han ocurrido a mis amigos y a mí.
Me pregunto es cómo debía ser por dentro el hotel donde tuvo que dormir Daniel. La decoración exterior es simple y llanamente inclasificable…
Menudas risas os habéis echado con los Molina y Gou. Y estoy seguro que te has dejado cosas en el tintero. Lo mejor de todas estas peripecias es todas ellas las risas que te dan cada vez que las recuerdas.
Un abrazo.
Sí, a veces ríes mas recordando que en su momento. Pero esto forma parte de la cultura de los viajes y de lo que te queda de ellos la alegría de los buenos momentos con los buenos amigos o con gente desconocida con la que te vas encontrando.
Estas son las cosas que pasan a los que os dedicais a esto, muy divertidas las anécdotas
Si no fuera por ello seguro que los viajes serian interminables
Lo son igualmente, porque además estas cosas salen cuando menos te lo esperas y la improvisación y la sorpresa las hacen aun mas divertidas al recordarlas.
Mola la anecdota y Mola verte escribiendo en tu blog, porque imagino que ya habremos salido del «taller de reparaciones» y estaras dispuesto a «evangelizar» a todos esos pobres, como yo, que aprenden dia tras dia del Gran Maese.
Mucha Fuerza!
Gracias, pero no, sigo en el hospital. Por eso mi «timing» de publicación va un poco loco, depende de como me encuentro en cada momento. Aunque también tiene cosas buenas. Esta noche sobre las tres de la madrugada me he acordado de Atila y he podido cambiarlo a tiempo esta mañana.
Que recuerdos!!!!! La verdad es que a pesar de todo lo pasábamos genial y en verdad lo añoro,este año ha sido un poco raro, tu has ido menos y nosotros también hemos faltado,pero quedan esos momentos que espero repetir, nos reíamos un montón!!!!!… Queda pendiente una celebración. Tu avisas y nos ponemos en marcha!!!!….Un abrazo y deja ya ese «Hotel de 5 estrellas» Nos vemos….
Gracias Meni, en cuanto deje el «5 estrellas» os aviso.
Que bien te lo pasas Maese y que envidia «sana» nos das! A recuperarse para seguir sumando experiencias
Hay de todo, cuando te mueves es cuando pasan cosas, a veces buenas y a veces malas. Pero la memoria es selectiva y acostumbra a guardar mas las buenas que las malas.
¡Jó maese!, ¿aun en el hospital?, me empiezas a preocupar un poco, cuidate mucho, los buenos aficionados al automovilismo deportivo te necesitamos.
Gracias de nuevo Cies.
Primero a cuidarse que es lo importante.
Segundo, me pica la curiosidad, has seguido el DTM de cerca, ¿como ves a Pascal Wehrlein? ¿Le ves madera de estrella? ¿dará que hablar?
De momento todavía no. No hay duda de que es un excelente piloto (no se gana el DTM así como así) pero creo que tiene todavía mucho margen para mejorar.
Buenas Carlos, mis inquietudes las resumen CIES y Jose. Lo primero es lo primero. Mucha fuerza y paciencia. ¡Abrazos!
¡Gracias Juanjo! En ello estamos, y por supuesto gracias a todos por vuestro interés.
Muy buenas y graciosas anécdotas, aunque con lo que me has dejado roto es con la referencia al ¡obsesivo/compulsivo físico con sindrome de asperger!
¡Ja, ja! Daniel nos contó lo que le pasa a Sheldon Cooper desde el primer capítulo y gracias a que es físico entendimos mucho mejor algunas bromas. La seria TBBT es de culto en casa, como te puedes imaginar.