En los años ’90 el campeonato americano de monoplazas conocido como IndyCar, gozaba de excelente salud, con parrillas repletas de monoplazas de diversas marcas y equipados con variados motores. A pesar de ello y como en todas las disciplinas, siempre acababa imperando la ley del más fuerte.
Y en 1994 el más fuerte fue este coche, el Penske PC23, que en manos de Al Unser Jr. Emerson Fittipaldi y Paul Tracy dominaron la temporada con 12 victorias sobre 16 carreras y por supuesto con victoria en las 500 Millas de Indianápolis.
El Penske PC23 de las fotos es el de esta última carrera, que no era exactamente el mismo que para el resto del campeonato. Este estaba regulado de acuerdo con las normas de la IndyCar, mientras que las 500 millas todavía utilizaban el reglamento antiguo de la USAC, una organización más veterana que ya en el pasado había organizado algún campeonato independiente.
Illmor, acróstico del suizo Mario Illien y el británico Paul Morgan, era una empresa de motores creada en 1984 gracias al apoyo financiero de Roger Penske, que detentaba el 50 % de las acciones pero era también su principal (y casi exclusivo) cliente. Primero le hicieron los motores Chevrolet y más tarde, cuando la marca se retiró, Penske convenció a Mercedes para que fueran ellos los que crearan los motores “americanos” de la marca de la estrella.
Después Illmor fue quien construyó en Gran Bretaña los motores Mercedes de Fórmula 1 y aún hoy aquella fábrica es la base donde se elaboran dichos propulsores. En 2001 Paul Morgan murió en un accidente con su avioneta privada (era coleccionista de modelos antiguos que pilotaba él mismo) y la división europea, que era la que hacía los motores de Fórmula 1, acabó siendo absorbida por Mercedes pocos años después. En la operación Illien acabó abandonando la empresa para centrarse en las otras divisiones que no estaban incluidas en el acuerdo de compra, como los motores para USA y un fallido intento de hacer una moto GP.
Pero volviendo a Indy, en 1993 Illien, que era el creador (Morgan era el ejecutivo) vio que en el reglamento de las 500 millas había sitio para un motor distinto al de los usados en el resto del campeonato. Para facilitar la participación de muchos motoristas, el viejo reglamento de la USAC especificaba que se podían usar motores “stock block”, es decir de serie modificados. Para mantener la equivalencia con los motores de competición se permitía una cilindrada de hasta 3,43 litros para estos motores, contra los 2,65 de los de competición.
La fórmula funcionó algunos años, pero después fue olvidada porque la IndyCar se fue sofisticando y creando sus propios reglamentos, con los que nunca estuvo de acuerdo Tony George (propietario del autódromo y de las 500 Millas) y que en 1996 le llevaron a la escisión, que tuvo tan funestas consecuencias que aún hoy no han terminado. Pero en 1993 aún estaban juntos y nadie se había molestado en derogar la vieja norma caída en desuso.
Illmor se dio cuenta de que esa equivalencia seguía en pie, así que partiendo de un motor Mercedes Benz de serie construyó uno nuevo para las 500 Millas de 1994, que aprovechando las ventajas del reglamento proporcionaba casi 1000 Cv, a 9800 rpm cien más que los motores de Ford, que eran sus principales rivales. Los Penske llegaron a alcanzar velocidades punta de 392 km/h.
La entrada de aire del radiador era de reducido tamaño y el trayecto del aire por encima del aletín delantero se intuye muy «limpio».
Como además en aquella época las jornadas previas de las 500 Millas duraban todo un mes, el equipo tuvo tiempo de poner a punto el motor en las largas sesiones de entrenamientos. Al Unser Jr. consiguió la pole y la victoria, aunque Emerson Fittipaldi fue el líder más constante y tenía la carrera ganada a quince vueltas del final, pues había doblado a todos los participantes menos a uno: Al Unser Jr. Cuando el brasileño vio la posibilidad de doblarle a él también (y de paso dejar claro quien tenía que ser el primer piloto del equipo) apretó al máximo, pero perdió el control y se estrelló contra el muro en la curva número 4.
Ello dejó la victoria a “Babe face” quien batió al Rookie of The Year, Jacques Villeneuve (Reynard-Ford) segundo clasificado y único piloto que terminó en la misma vuelta que el líder, tal era la superioridad de los Penske. El ejemplar que pude fotografiar en Hockenheim, en una exposición de Mercedes, es el modelo de Indianápolis, pero no es el que ganó, ya que Al Unser llevaba el nº 31, Emerson Fittipaldi el nº2 y el nº3 de la foto correspondía a Paul Tracy, quien abandonó antes de media carrera con una avería en el turbo.
Como curiosidades, el coche nº1 lo llevaba el campeón del año anterior, Nigel Mansell (Lola-Ford) y en aquella edición de las 500 Millas el mismo Robby Gordon que ahora participa en el Dakar acabó en quinta posición, también con un Lola-Ford.
Como siempre, un maginífico aporte histórico. Gracias
Gracias a ti Alfonso.
Ese coche lo vi en vivo en el museo Fangio, ya que Mercedes había cedido un ejemplar para la muestra.
A ver si luego puedo buscar alguna foto 🙂
Es lógico que haya ejemplares itinerantes, ¿pero donde viste el museo Fangio?
En Balcarce 😉
Caramba que honor.
Pues sí 🙂
Hace ya 11 años de eso… http://www.jmfangio.org/museo.html
Buenos días, precioso coche y con los colores de Marlboro mas.
¿el viejo reglamento USAC era aplicable solo para la Indy500 o para todo el campeonato Indycar?
¿fue el motivo de la escision o fue la disculpa para una lucha por el poder economico del campeonato?
¿los IRL se basaron en el reglamento USAC? ¿y los CART en el Indy?
PD: creía que estarías cubriendo el «Monte»
El reglamento USAC sólo se aplicaba en Indianapolis, por eso el motor Mercedes sólo se pudo utilizar una vez.
Desde hacía años Tony George no estaba de acuerdo con la IndyCar, donde mandaban por mayoría absoluta los propietarios de los equipos. Por eso seguía manteniendo vigente el reglamento de la USAC, no se si voluntaria o involuntariamente.
Después, cuando decidió crear su propio campeonato (la IRL) lo hizo con un reglamento completamente nuevo que fue el único válido para dicho certamen. Naturalmente las 500 millas formaban parte del calendario IRL, por lo que nadie la la IndyCar (que pasaron a llamarse ChampCar primero y CART después) podía participar.
Aunque me gustan los rallye, no son mi especialidad.
Menuda pasada, qué pepinaco de monoplaza.
Ahora que lo recuerdo, había un equipo de NASCAR/Indy que tiene comprados unos túneles en una galería abandonada y que los usa como «túnel del viento». ¿Alguien sabe cuál es?
Un saludo!
Había no, hay: es el equipo de Chip Ganassi (Indy, NASCAR y GRAND AM) que compró un túnel en desuso en Pennsylvania y lo transformó en un túnel de viento.
Gran artículo, aprovechando el tema del automovilismo americano, ¿se sabe ya el destino de Oriol Serviá para 2012?
Por otro lado, me permito humildemente sugerirte que publicitaras más tus artículos via twitter, para despistados como yo a los que a veces se nos pasa entrar a este blog durante días.
Servià fue confirmado ayer por Dreyer & Reinbold, equipo de media parrilla que encima llevará motores Lotus…
Gran entrada Carlos, gracias, aunque merece la pena que hagas una segunda parte sobre lo que ocurrió al año siguiente en Indianápolis con el sucesor… 😀
Carlos, Eloy ya te ha contestado. En cuanto al twitter, no se, no me termina de convencer eso de anunciar mis escritos, tengo la sensación de forzar a la gente a que entre en mi blog.
Gracias por la entrada y el informe completo, yo lo vi en el museo MB de Stuttgart.
A ti chueco, para eso estamos aquí.
Uno de mis coches favoritos de todos los tiempos, gracias por la historia porque no sabía cual era el origen del agujero legal que usó Mercedes. Ese coche estuvo en Goodwood este año con Mario Illien al volante aunque no le fue muy bien, esa carretera estrecha no es el mejor sitio para un Indy:
También me produce mucha nostalgia ver esos años en los que la Indy podía mirar cara a cara a la Fórmula 1.
¿Mario Illien era el piloto? ¡Esta si que no la sabía! gracias por la información.
Yo también siento nostalgia de aquella época, durante tres años estuve retransmitiedo la CART, ¡qué carreras!
Si, Mario Illien, en el 2010 Adrian Newey se dio el gustazo de hacer varias tandas con uno de los Red Bull que el mismo diseñó.
Me encantan estos post históricos.
Muy mal por el vídeo de Oscar. La cantidad de piñas que hay en Goodwood. Que dolor…
Es verdad, duele ver estas joyas pilotadas por aprendices… ¡aunque se llame Mario Illien!
La de FOS es una pista muy estrecha, poco adherente y con las balas de paja a metro y medio de la carretera así que cualquier error se paga. En general los pilotos profesionales lo pasan sin problemas pero algún que otro coleccionista se emociona y lo paga.
En el revival como ruedan en pelotón se emocionan todos 🙂
He leído en foropedro un simil sobre las carreras en ovalo que me parece de lo mas acertado
[b]yo lo describiria como una etapa de ciclismo llana. Donde hasta los ultima parte de la carrera se trata de no descolgarse y de estar arriba con el minimo esfuerzo posible, y luego ya toca dar codazos para ir subiendo[/b].
¿que opinas maese?
No está mal la comparación, es cierto que en estas carreras largas importa mucho no desgastarse, ni la mecánica ni el piloto. Pero hay que seguir el ritmo, pues no olvides que se doblan con facilidad, así que si alguno sestea más de la cuenta puede encontrarse con vuelta perdida y recuperarla no es facil.
También está el hecho de que la pista cambia mucho con el paso de las vueltas y hay que estar atento para irse adecuando a estos cambios. Pero sí, el símil ciclista es bueno.
Que buen post Carlos.
Leyendolo me ha venido a la cabeza que, hace no mucho tiempo, Ilmor intentó el asalto a la categoría de Motogp con un modelo de 800c.c. que fue infructuoso
Efectivamente, tal como cuento en el texto, cuando IIlien vendió la empresa a Mercedes.
Eso es, quería decir que recuerdo las pruebas de la moto y tal. Una auténtica cenicienta en la categoría. Y es que parece ser que era difícil de pilotar.
Genial e interesantísimo aporte de la historia de nuestro deporte favorito.
Muchas gracias de nuevo Carlos.