DTM 2015, 3ª prueba, Norisring

Tercera reunión del DTM, esta vez en el Norisring, el circuito mas carismático del calendario como ya he comentado muchas veces, tanto para lo bueno como para lo malo.

Con mi “compañero de equipo” Toni Cadenas decidimos viajar el sábado, porque la carrera es tarde y da tiempo de sobra para llegar sin agobios.

Sábado 27 de junio

Salimos de madrugada para coger el vuelo Barcelona-Zurich y desde allí el enlace hasta Nuremberg. Es tan pronto que una vez dentro del avión me quedo dormido al instante, solo tengo un momento de lucidez en el que alcanzo a escuchar a una azafata hablar de «media hora de retraso”. Sin embargo cuando me despierto de verdad ya en pleno vuelo me doy cuenta de la realidad, hemos tardado más de una hora en salir y por tanto no tenemos posibilidad alguna de coger el vuelo a Nuremberg y una vez en Zurich lo único que nos ofrecen es un vuelo a Munich que llega a las siete de la tarde. Javier y Álvaro Juncadella están aquí con el mismo problema y reaccionan con rapidez, no hay más opción que coger un coche para ir hasta Nuremberg. Son cuatro horas de viaje y nos invitan a ir con ellos, ¡muchas gracias!

Y efectivamente son cuatro horas, pero entre lo que tardamos en conseguir el coche, algunas retenciones, una parada “técnica” inevitable e ir al aeropuerto para dejar el coche y coger el nuestro, acabamos llegando al circuito más allá de las 15 horas.

Apenas tenemos tiempo de dejar los trastos en la Sala de Prensa, donde Abel Cruz y Tamara Aller custodian nuestras plazas en la “Spanish zone”. Me voy rápido hacia el paddock de la Audi TT Cup pero no veo a Jordi Gené, que está aquí como piloto invitado de Audi. Sin embargo tengo suerte: camino del paddock me topo con él y puedo saludarle y felicitarle, ha terminado cuarto absoluto y primero entre los pilotos invitados. Después ya me voy a la parrilla DTM, como me entretenga un poco más ya llego tarde. Lo primero ir a saludar a nuestros pilotos, primero a Dani Juncadella, a quien encuentro caminando por la parrilla mientras Miguel Molina ya está en el coche de presentación de pilotos. Se ríe de mi, “¡que! ahora siempre llegando el último ¿eh?” se me llevan los demonios.

Quería ir a ver la carrera a la tribuna pero empieza a llover así que me refugio en Mercedes con Toni y los Juncadella. Miguel pierde sus opciones en la salida y en la primera curva y Dani hace muy buena carrera mientras está mojado, pero su equipo la pifia al tardar demasiado en llamarle para el cambio de ruedas y pierde tres posiciones, pero al menos termina 10º y puntúa.

Toca ir a la sala de prensa porque van llegando los pilotos y con Tamara nos hacemos una buena ronda. Paffett comenta que los neumáticos de este año son diferentes (Miguel me dirá lo contrario, cada uno cuenta la feria según le va), Farfus dice que han de mejorar en todos los terrenos, que son el tercer coche de la parrilla, Mortara no sabe porqué ha ido tan flojo, Maximilian Götz nos explica lo que le está costando adecuarse al cambio entre GT y DTM (“especialmente porque todos los coches corren igual y puedes pasar de primero a último sin saber como”) y me hago algunas risas con Lucas Auer. Le digo que soy un periodista español y le pregunto sobre lo que ha pasado en la primera curva. Me dice que alguien le ha golpeado y que le ha dado a uno de los pilotos esp… y entonces cae en la cuenta de mi mueca de reprobación. Le cambia la cara y más cuando le digo que es “mi” piloto, pero es un tipo muy simpático y enseguida entiende que le estaba gastando una broma.

Espero a que mis compañeros terminen y nos vamos los cuatro a cenar a Nuremberg, previa visita turística en la que hago de guía una vez más. Lástima que es tarde para subir al castillo, queda pendiente para el año próximo. Cenamos en el Bar&Celona y lo pasamos bien, pero Toni y yo estamos mas muertos que vivos, aún no hemos puesto los pies en el hotel. Afortunadamente todo sale bien y podemos recogernos a una hora prudente.

Domingo 28 de Junio

Toca madrugar y cuando salgo al exterior Toni ya está listo así que vamos hacia el circuito con calma y tranquilidad. Quizás incluso excesiva, un poco mas de velocidad no nos haría ningún daño, pero como he dicho siempre, el que conduce es quien manda.

Desayuno en Audi donde está Miguel aunque esta vez todo será rápido. El tiene que irse al box y Tamara y yo a la parrilla de la Audi Cup. Puedo saludar a Jordi y después Toni descubre un atajo para subir a la tribuna sin dar toda la vuelta. Vemos la carrera, es fantástico verlas a ojo, mucho mejor que por pantalla aún a riesgo de no ver toda la acción.

Me voy al pódium a felicitarle y mientras esperamos me saluda (él a mi) el Dr. Ullrich, me señala a Jordi y me dice que los veteranos siguen estando ahí y me recuerda que hace veinte años Audi estaba compitiendo en España. Le digo que yo también estaba en aquel equipo, ¡20 años ya! nos hacemos viejos… ¡mejor hablemos de otra cosa! entiende la ironía y nos hacemos unas buenas risas.

Terminada la ceremonia me subo al pódium a ver la vista desde allí y a saludar a mi amigo Stefan Heinrich, que ahora es el locutor oficial de la Cup, lo que me alegra mucho, es un buen amigo. Al terminar me voy a la Sala para ver el warm up del DTM y la carrera de la F3, tan accidentada como siempre y de paso chequear el ordenador, los mensajes, las noticias y colgar algún que otro twitt.

Regreso a la parrilla de salida para la Porsche Cup, lo primero saludar a nuestros tres representantes, Alex Toril, Pepe Massot y por supuesto Alex Riberas. No será su mejor carrera pero al menos suma unos puntos y sigue en las primeras posiciones del campeonato. Toril hace un trompo en la curva del lago mientras Massot lo pasa francamente mal. Después me contará que tiene un pinzamiento en la espalda y que al llegar al ángulo y tener que frenar con toda su fuerza ve las estrellas. A pesar de ello está satisfecho, la progresión se va notando paso a paso.

Veo la carrera en el hospitality de Porsche (lógico) y al terminar aprovecho para almorzar. Con Abel espero a Riberas, pero como tarda me voy hacia la parte trasera de los boxes, donde veo a Miguel, le deseo suerte y le digo que por esta vez no iré a verle tras la carrera. A Daniel lo encuentro entre los camiones, así que decido no ir a la parrilla e irme a la sala ya que he tenido una idea y quiero adelantarme a los acontecimientos.

Justo en el momento en que empieza la carrera mi plan estratégico está trazado, el comunicado de hoy se basará en los buenos resultados de Jordi Gené y al final añadiré unas pinceladas del DTM. Nacho estará de acuerdo con lo que escribo y enviaremos el comunicado, pero antes hay que ver la carrera. No es de las mejores, pero a mi modo de ver hay bastante acción. El duelo Spengler-Ekstrtöm es típico DTM, la lucha de Green con Martin y Auer… Esta vez Mücke acierta con Juncadella y lo llaman de los primeros, lo que le permitirá ir al ataque y entrar de nuevo en los puntos. Con Miguel no hay tanto acierto. Gana posiciones en la melee inicial pero no se porqué tardan tanto en llamarle a cambiar neumáticos y acaba penúltimo.

Vamos con prisa, así que mi plan me funciona y a las 17.30h. en punto he terminado. A mi lado Toni también, así que nos despedimos de los más próximos y salimos hacia el aeropuerto. Javier y Álvaro vienen con nosotros y en el primer vuelo todo va bien. Me encuentro a Oscar Salarich, comisario de la FIA y estamos de charla todo el viaje. Me cuenta cosas interesantes sobre las categorías de monoplazas y su concepción actual.

En Zurich volvemos a las andadas. Nos meten en el avión y nos hacen esperar media hora… ¡a unos pasajeros que vienen con retraso de Moscú! Pues ayer a nosotros no nos esperaron, menuda compañía esta de Swiss, arrestada hasta nuevo aviso. En el vuelo parece que llevamos dos colegios, uno de alumnos suecos y otro de catalanes. Los que chillan, corean, aplauden, gritan, se hacen notar y molestan a todo el pasaje son, naturalmente, los nuestros. Y para colmo me toca un gordo mórbido al lado, que sí, tiene todo el derecho a viajar, a coger un avión y todo lo que quieran, pero sus derechos no tienen porque pisar los míos y coger una parte de mi asiento, porque además yo tampoco soy precisamente un anoréxico. En fin, otra vez retraso y llegar a las tantas…¡menudo viajecito!