¡Que noche la de aquel día!

16 julio, 2015 Otras cosas

Fue en 2007. El DTM estaba en el Circuit de Catalunya y Audi preparó un pequeño evento para periodistas. Se trataba de un concurso a los mandos de sendos Audi R8.

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Era una prueba de consumo, el objetivo era rodar gastando lo menos posible pero dentro de unos tiempos prefijados.

Como la carrera del DTM utilizaba el circuito corto, el llamado “Nacional”, el resto quedaba libre, y allí tuvo lugar el concurso, el sábado al atardecer, cuando finalizaron todas las demás actividades.

Como es habitual me apunté a la fiesta sin saber de qué iba y cuando me di cuenta no sabía como desparecer de allí. En mi vida había conducido un coche como aquel ni ninguno similar, nunca he sido probador de coches ni nada por el estilo así que sentarme en un R8 por primera vez intentando hacer-no-se-qué me daba que lo único que iba a hacer era el ridículo.

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Mattias Ekström y Martin Tomczyk eran los “guías” mientras Julia Koop (en la foto de apertura) era la coordinadora. A mi me tocó dar una vuelta con Martin, que lógicamente la hizo a toda pastilla así que me lo pasé muy bien. Me preguntó como quería la vuelta, si en automático o en manual, le dije que en manual y al acabar le pregunté porque no me había hecho caso, no le vi cambiar de marcha ni una sola vez. Me sacó de mi error: lo había hecho con las levas detrás del volante y yo no había pillado ni una, la palanca de la consola no era el cambio de marchas…

Tras habernos subido de copilotos llegó el momento de que fuéramos los periodistas quienes diéramos la vuelta. Cuando llegó mi turno conseguí calar el coche en la salida, clavarlo al confundir el freno con el embrague (no me acordé de que era un coche con solo dos pedales) y di una vuelta tan mala que a mí y a la otra chica que había (María de Villota obviamente lo hizo bien) nos invalidaron el intento y lo consideraron un ensayo, así que nos dieron la ocasión de repetirlo.

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Al segundo intento y ya mas familiarizado, me preocupé muy poco del consumo y de la prueba y me limité a gozar del placer de conducir semejante coche, mientras Julia a mi lado me indicaba que iba demasiado rápido para entrar en el tiempo prefijado. Por ello en el último tramo aflojé mucho la marcha, entré en el tiempo y dejé el coche entre satisfecho y aliviado. Un placer conducirlo, una pesadilla todo lo demás.

Cuando al finalizar subíamos andando hacia el hospitality de Audi, Thomas Voigt, uno de los responsables de prensa, me dijo “lo siento Carlos, pero has quedado el último”. “¡Por supuesto!” le repliqué, “es mi carrera de casa, soy el anfitrión, no iba a ganarles aquí”. Todavía ser rie…

9 Comentarios

  • Andres dice:

    Saludos…que historia….
    Todo un caballero, «saliste por chicuelina» con esa respuesta…pero la siguiente vez debiste pedir una carrera informal con todos, estilo la que hacen en Long Beach…habra un lugar aparte de ellos que hagan carreras de celebridades? Me imagino que la primera foto fue antes de subir, por la expresion que tienes. Falto la foto durante y despues de …

    Y la revancha te la dieron despues????

  • Pedro dice:

    Buenas Carlos!

    Cómo lograstes calar un coche automático??? Es imposible 😀
    En serio, tengo uno con levas también y es imposible calarlo.
    Saludos

  • Teucro dice:

    En aquella época te pondrían de apodo «el chaleco volador».
    La verdad que no tiene que estar mal darse el gustazo

  • Óscar Guzmán dice:

    Buenas noches Carlos y demás compañeros.
    Grande el final, muy grande. Esa sensación cuando vas de copiloto de como c…….. lo hace es muy chocante. A mi me reglaron unas vueltas en un 360 en el Jarama y fue algo que no olvidaré en la vida, el tío de la empresa de los coches obligaba a todos a llegar a boxes en 3 marcha!
    Un abrazo.

  • Luis dice:

    AH!!! ese mismo día, o el día después no recuerdo bien, tuvimos un duelo Charly 2 cervezas y yo, en la pista de pruebas en los conos…. con un RS5 creo recordar, le acabé zumbando en el segundo intento, me ganó en el primero.. por cierto que también me subí a un R8. Impresionante como va la maquina.

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