Segundo éxito en Le Mans

Las presiones de los fabricantes hicieron claudicar a la Federación y ésta volvió a poner en pie un campeonato para coches Sport, ya que tanto Porsche, Alfa Romeo y Renault como mínimo estaban interesadas, además de otros muchos posibles participantes que disponían de vehículos aptos para correr, pero no lugar donde hacerlo.

Sin embargo a la hora de la verdad solo Porsche y Renault se lo tomaron en serio, los primeros por tradición y los segundos porque tenían la mira puesta en Le Mans, aunque a medio plazo.

Y si bien el Porsche 935 grupo 5 fue gestado durante dos años, el 936 de grupo 6 fue un coche improvisado. Bajo la tutela de los ingenieros Wolfgang Berger (motor y mecánica) y Hans Hezger (aerodinámica) se utilizó como punto de partida el chasis, los frenos y la suspensión del 917, el motor turboalimentado del Carrera de 1974 y algunas enseñanzas extraídas del 908/36 híbrido de Herbert Müller.

Pintado en un imponente color negro y pilotado por Rolf Stomelen se presentó a la cita inaugural del campeonato en el Nurburgring. Los Renault se estrellaron entre sí en la primera curva, Rolf dominó la carrera pero una avería le obligó a bajar el ritmo lo que dejó la victoria en manos del 908 privado de Reinold Joest.

Aunque el coche pintado de negro impresionó, fue también la única en que el Porsche apareció con aquella coloración, ya que la carrera se celebró al “estilo Nurburgring”, con mucha niebla y casi a oscuras y tanto algunos comisarios como otros pilotos se quejaron de que cuando el Porsche llegaba no le veían venir. Aunque llevara las luces encendidas, los faros de entonces no eran lo de ahora y tanto a unos como a otros les costaba adivinar los contornos de aquel “diablo negro” y mas de un piloto protestó porque se llevó el susto de su vida al ver aparecer de pronto a su alrededor.

Por ello a partir de entonces el Porsche-Martini volvió a su tradicional color blanco y también a su tradicional racha de éxitos. Alfa Romeo solo se presentó esporádicamente y el equipo Renault aun estaba en sus inicios y por tanto no fueron rivales para el rodado equipo oficial, que con seis victorias en siete carreras (la otra fue la de Joest) que se repartieron entre Jacky Ickx, Rolf Stomelen y Joche Mass, el campeonato no tuvo mucho color.

Sin embargo los prototipos siempre han tenido en Le Mans su punto de mira y 1976 no fue una excepción. A raíz de las decisiones de la federación, el ACO decidió romper por primera vez con ella e ir por libre, con una carrera no puntuable para nada y con sus propios reglamentos. A pesar de ello la inscripción y repercusión de Le Mans fue la habitual aunque la carrera propiamente dicha no diera mucho de sí.

Renault se presentó con un solo coche ya que era su primera visita a la carrera y su objetivo era tener unos primeros datos para ir preparando el asalto de manera mas seria en los años siguientes. Porsche y Martini presentaron dos 936 y un 935 oficial, los dos primeros con Ickx-Van Lennep y Joest-Barth y el tercero con Stomelen-Schurti.

La resistencia del Renault duró apenas 40 minutos en los que llegó incluso a rodar en cabeza, pero la primera de varias averías le fueron retrasando hasta su definitivo abandono. Y así los Porsche oficiales no tuvieron mayor problema en dominar la carrera, si bien no estuvo exenta de sustos. Barth y Joest tuvieron que abandonar al amanecer, al tiempo que el coche de Ickx-Van Lennep sufrió una avería a cuatro horas del final en una de las canalizaciones del turbo. Sin embargo su ventaja sobre el Mirage de Lafosse-Migault era tal que ganaron la prueba con once vueltas de ventaja.

El 935 terminó en cuarta posición, lo que redondeó el éxito de Porsche al mismo tiempo que la marca ofrecía a su patrocinador, Martini, la segunda de sus victorias en la mítica carrera francesa.