¡Smart!

Sin duda el Smart ha sido uno de los coches más sorprendentes de los últimos años, un intento más o menos acertado de crear un concepto diferente, un espacio móvil rompedor, un pequeño grande donde el espacio se estira para ser usado a comodidad del usuario.

¡Si! Un Smart no es un coche pequeño, es un espacio enorme, sublime, útil para cualquier cosa, hasta la más inverosímil. Cualquiera que tenga un Smart sabe a que me refiero, parece pequeño, pero no sólo es grande, es enorme, infinito, llega hasta donde hace falta que llegue. El que esto suscribe llegó a perder el móvil dentro de un Smart y me costó ¡una hora entera! encontrarlo, una hora deambulando dentro de un Smart en busca de un teléfono que había salido disparado en un frenazo de autopista.

¿Mas ejemplos? Ved algunos de los que me he encontrado que demuestran hasta donde llega la infinita capacidad de un Smart:

El de la foto que viene a continuación es ni más ni menos que una estación de radio, si, una emisora radiofónica, con todos sus micrófonos, antenas, auriculares y todo cuanto sea necesario para hacer una buena retransmisión. Como ya he dicho, el Smart es infinito, en su interior se puede hacer un programa de radio, aunque eso sí, es una “unidad móvil” llevada a la máxima expresión, porque efectivamente es una unidad, sólo cabe uno…

¿Y que me decís del siguiente? ¡Una estafeta de correos! Es como una especie de buzón andante, no hay más que echar la carta, el certificado o el paquete con la seguridad de  que éste no sólo llegará a tiempo a su destino, sino que cuando uno lo echa la carta ya está en marcha, ya va camino de su presuroso destino, no se demora ni un minuto. Lo que me resulta curioso es el nombre del cartero, se llama Coulthard, como un tal David que antes hacía carreras de coches:

¿Qué en un Smart no se puede hacer de todo? ¿Qué no os creéis que su interior es mucho más amplio que lo que se ve desde fuera? ¡Ved la sutil insinuación del rótulo que lleva este, una invitación al “intercambio de fluidos” entre personas de distinto sexo (o del mismo, a saber). ¿Qué esta es una broma muy gastada y que no es creíble?

Bien, bien, incrédulos, aquí tenéis la prueba de hasta donde llegan las posibilidades de un Smart:

¡Una finca erótica dentro de un Smart, con piscina y todo! ¡Y si es una finca, a saber que más hay en su interior, que servicios, que comodidades, que lujos deben esconderse en la dicha finca donde esta bella señorita se estaba dando un baño cuando yo pasé por allí cerca! Lamentablemente iba camino del circuito y me quedé con las ganas de saber como se ubica un finca con piscina dentro de un Smart, que uno es un profesional y no debe distraerse con actividades extra deportivas. Claro que si lo hice tampoco podría contarlo…

¡Feliz día de los Inocentes!