Fiabilidad o prestaciones antes de Australia

14 marzo, 2016 Fórmula 1 2016

Fiabilidad o prestaciones, un debate que sale a menudo y en el que normalmente siempre se llama a lo primero como lo mas importante.

Sin embargo a mi no me lo parece así. Un coche rápido o un motor potente que se rompe me da mucha mas confianza que un coche lento o un motor flojeras pero fiable.

El otro día estuve hablando con Javier Rubio (El Confidencial, Eurosport) unos minutos sobre las posibilidades o no del nuevo motor Honda, ya que según sabía él, muchas de las modificaciones que habían introducido los japoneses antes de la homologación eran por cuestiones de fiabilidad y que la potencia ya la encontrarían a través de los “tokens”. Le dije que no me parecía muy correcto este planteamiento.

Hoy en día el tema de la fiabilidad es el primer caballo de batalla de las marcas, aunque para mi eso sea un error. Pero cuidado, he dicho de las marcas, no de los ingenieros, porque estos van por otro camino. Pero con las carreras tan expuestas a la televisión y por tanto a la opinión pública, la imagen de un coche abandonando es lo último que quieren ver fabricantes y patrocinadores.

Y es lógico que a nivel de marketing y publicidad prefieran pasar desapercibidos por una mala actuación que ser protagonistas de noticias negativas y el año pasado tuvimos un claro ejemplo de ello con Honda, que era el hazmerreir de todo el mundo. Eso es lo peor que puede pasarle a una marca que se gasta millones en un proyecto, que salga mal y que todo el mundo se burle de ellos. Sino fuera porque los japoneses nunca se han distinguido por su sentido del humor, no quiero ni pensar en la de chistes que se hubieran podido hacer el año pasado en Japón a costa de Honda.

Por ello el objetivo es la fiabilidad, estar ahí, “no se rompe, llega hasta el final, dura toda la vida, como el coche que Vd. puede comprarse en la tienda de la esquina” por definirlo de alguna manera. Pero claro, luego está la contraprestación, que es que además de fiable sea rápido. Sí, nos reímos mucho con Honda (o lloramos, ya me entendéis) por su falta de fiabilidad. Hasta los Manor eran mejores que ellos en este aspecto, eran muy pero que muy fiables: salieron últimos en todos los Grandes Premios y llegaron también los últimos en todas las carreras. ¿Entonces?

No, la fiabilidad no es el objetivo que hay que buscar de inicio sino de final. Para los ingenieros y los pilotos, lo primero que quieren es un coche rápido y un motor potente capaz de colocarles en la lucha por las poles y por las victorias. Si a cambio es frágil, mala suerte, los ingenieros ya sabrán como analizar las piezas que se rompan para que no se repitan las averías y llegar a la meta en las próximas carreras. Pero si el coche o el motor no van, ya pueden ser fiables, que no habrá nada o muy poco que hacer.

El año pasado en Australia Vettel se clasificó a 1”7 de Hamilton, con Rosberg y Massa entre ellos dos. Si este año el sábado uno de los dos Ferrari está pongamos a 0”5 del Mercedes que haga la pole, sin duda estarán muy satisfechos de su progreso, habrán recortado mas de un segundo en un año y el futuro aparecerá prometedor. Es posible, pero ese medio segundo que falta significa que Mercedes seguirá dominando y que Ferrari tendrá que esperar a alguna circunstancia anómala para ganar una carrera. No es que sea tan prometedor. Sin embargo, si Ferrari hace la pole, sale en cabeza, lucha con los Mercedes y luego se rompe como ocurrió en los test de Barcelona, pues es una mejor noticia, porque se romperá una, dos o tres veces, pero seguro que acabarán corrigiendo esos errores y entonces tendremos a alguien a la altura de los líderes.

Y expongo este caso como otro cualquiera. Si Alonso (o Button, pero vaya, lo dudo), coloca su McLaren en segunda o tercera fila, sale como un cohete, se mete en la lucha y luego se retira porque se ha roto alguna cosa, pues excelente noticia, significará que hay una buena base sobre la que trabajar sobre todo viniendo de donde venimos. Ahora bien, si han conseguido la tan ansiada fiabilidad para salir el 15º y acabar el 10º pues no habrá nada que hacer, otro año perdido porque conseguir las prestaciones, ya sea velocidad (el coche), potencia (motor) o ambas cosas no se soluciona cambiando o analizando una pieza. Es todo el proyecto el que ha nacido mal y corregirlo es muy difícil. No hace falta que pongamos ejemplos de eso.

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