Tras la fallida experiencia con Tecno, Martini se mantuvo un par de años alejada de la Fórmula 1, pero era evidente que la repercusión del campeonato cada día era mayor, tenía más cobertura televisiva y por tanto ofrecía unas mejores perspectivas de retorno publicitario.
Por eso los ejecutivos de marketing de Martini le pidieron en 1974 a su director deportivo, David Yorke, que les preparara un estudio para volver a la máxima categoría.
Yorke no tuvo que trabajar demasiado ya que aquel año la clasificación de Constructores estaba encabezada por McLaren (patrocinio Marlboro), Ferrari (todavía no admitía patrocinadores externos a las carreras), Tyrrell (Elf), Lotus (JPS) y por fin dos equipos sin patrocinador principal, Brabham y