Pronóstico fácil para el Mundial 2015

Pues sí, ya estamos a las puertas de una nueva temporada del Mundial de Fórmula 1, su 65ª edición, que para mi será la 45ª que sigo de una manera o de otra.

En todas ellas ha habido algún denominador común, como la ansiedad antes de empezar y sobre todo el pronóstico difícil, porque afortunadamente aun queda algo de deporte en este tinglado y como tal siempre hay factores imprevisibles que rompen los esquemas.

Haciendo un poco de memoria, muy pocos títulos han sido previsibles. Desde que yo recuerdo (1970), lo han sido los de Mario Andretti (1978), Alan Jones (1980), Alain Prost (1985), Ayrton Senna (1990), Nigel Mansell (1992), Alain Prost de nuevo (1993), Damon Hill (1996), Jacques Villeneuve (1997), Mika Häkkinen (1998), Michael Schumacher (2000 y siguientes) y Sebastian Vettel (2011).

Todos los demás contaban con factores que podían provocar sorpresas, cambios o que significaban la presencia de más de una alternativa. Pongamos por ejemplo los dos títulos de Fernando Alonso, para centrarnos en ediciones más o menos cercanas en el tiempo y por tanto comparables a la situación actual. Mucha gente apostó por sus éxitos “a priori”, pero no porque hubiera razones suficientemente objetivas como para asegurarlo. Nadie podía imaginar, antes de empezar la temporada, que los Bridgestone se vendrían abajo de aquella manera en 2005 y por tanto Schumacher iba a perder su supremacía, o que el asturiano iba a batir al alemán al año siguiente a pesar de la reintroducción de los cambios de gomas. Y aunque lo pensáramos o entrara en muchas previsiones, nunca fue una cosa clara ya que cualquiera de los dos podía ganar y por tanto el pronóstico era incierto.

Otro ejemplo, ¿quién puso en su casillero de ganador del mundial 2007 a Kim Raikkonen? Obviamente solo los muy ferraristas, pero no porque hubiera razones para hacerlo, simplemente por fidelidad a su equipo. Y otro tanto ocurrió en 2009. Pese a los buenos tiempos marcados en los test, que por primera vez fueron colectivos, nadie podía pensar que Jenson Button y su Brawn batirían a todo el mundo de forma escandalosa.

Por tanto pocas veces los pronósticos son claros y si lo son, pocas veces se cumplen. Y para esta temporada que está a punto de empezar, surge la pregunta: ¿pronóstico fácil o difícil? De cara al ganador a mi me parece fácil, es de los años previsibles. Lewis Hamilton es el gran favorito para volver a ganar el campeonato ya que no creo que Nico Rosberg pueda ponerle en dificultades.

Sí, ya se que a igualdad de mecánica lo lógico es que se repita un duelo como el del año pasado, pero siempre se ha dicho que un piloto mejora al ganar su primera carrera y vuelve a mejorar al ganar su primer título. Ya se que no es el caso de Hamilton, que ganó el segundo, pero tras seis años persiguiéndolo creo que también para él se producirá este efecto de mejora. Hay un dato interesante y es que el año pasado Nico consiguió más poles y en los test de este año el alemán ha vuelto a ser más rápido que el británico. Estas “derrotas” para mi son una prueba de madurez y es algo que he visto en otros pilotos y en otros campeonatos y que me reafirma en lo que siempre he defendido, que el piloto más rápido pocas veces es el mejor.

Por ello creo que en Mercedes tendrán muy claro y por los propios resultados quien es el número uno y quien el dos. Y como o mucho me equivoco o no van a estar tan solos en cabeza como el año pasado, el pronóstico me parece fácil, porque si Red Bull y Ferrari están más cerca de lo que estaban y Williams sigue merodeando por allí, habrá más lucha entre los pilotos y en estos casos la calidad marcará la diferencia. Y con Alonso de momento ausente, porque es poco probable que el McLaren actual le permita estar con los de cabeza, no veo a nadie capaz de impedir el tercer título de Lewis Hamilton.